Es una pregunta que está sobre la mesa y lo estará por poco o mucho tiempo, dependiendo como se desarrolle la tecnología y el mercado: ¿Podrían desaparecer los medios tradicionales de comunicación por el rápido avance de las redes sociales? Los avances tecnológicos y el empoderamiento de los usuarios, ha venido transformando las reglas del juego en las últimas décadas. Una de los principales ataques a las redes sociales es que son plataformas de desinformación, aunque hay que reconocer que los medios de tradicionales también han caído en esta trampa por siglos, la censura y la autocensura, manipulación de las masas, al antojo de ciertos grupos de poder han marcado la historia de los medios de comunicación a nivel mundial.
Las redes sociales son más abiertas, originan un océano de información y de desinformación, el mismo receptor del mensaje deberá pasar el tamiz de la veracidad de los hechos y analizar si lo que mira por TikTok, Facebook, Instagram e incluso LinkedIn, preguntarse y responderse si esa información es objetiva e imparcial, una tarea complicada para una persona con poca escolaridad, podría ser presa fácil de falacias. La audiencia antes buscaba orientación en los expertos que presentan las noticias balanceadas de los medios tradicionales. Ahora, este rol lo tienen los “influencers” quienes son seguidos por millones de usuarios, sus opiniones tienen eco en su audiencia.
Muchos de estos nuevos líderes de opinión tienen niveles básicos de educación, sin embargo, se han convertido en orientadores de millones de suscriptores, por el mérito de ser populares. Los medios tradicionales de comunicación, como periódicos, revistas, radio y televisión, ya dejaron de ser los principales canales de distribución de noticias y análisis. Éstos suelen estar sujetos a ciertas regulaciones y estándares éticos. Ellos emplean a periodistas y expertos en diversos campos para investigar y presentar información de manera objetiva y equilibrada. ¿Qué pasará ahora con los medios profesionales? ¿Dejarán de existir? Las redes sociales cada vez penetran con más fuerza en la población.
Es importante fomentar la alfabetización mediática y digital entre la ciudadanía, una tarea titánica especialmente en países con baja escolaridad. Las personas deben aprender a reconocer entre fuentes confiables y no confiables de información, así como a desarrollar habilidades críticas para analizar y evaluar la información que encuentran en línea. Aunque las redes sociales imponen restricciones sobre ciertos tipos de contenido, esto muchas veces no es suficiente. Las prohibiciones más comunes es que censuran mensajes de odio o que incitan a la violencia, por motivos de raza, orientación sexual, religión, género, entre otros. También el usuario puede bloquear, reportar, dejar de seguir, eliminar aquellos individuos u organizaciones que los agreden emocionalmente, también buscan proteger la privacidad de los usuarios. Además, las plataformas suelen tener políticas estrictas sobre la desnudez y el contenido sexualmente explícito.
Estas medidas buscan promover un ambiente inclusivo y seguro para todos los usuarios. Las redes sociales democratizan y dan voz a temas muchas veces ignorados o parcialmente censurados por los medios tradicionales. La interacción que el usuario tiene con los creadores de los contenidos es inmediata, existe una comunidad que sigue estos temas y también puede difundirlos. En casos de emergencias, la divulgación por estas plataformas es inmediata, sin intermediarios. Los medios tradicionales han tenido que adaptarse a los cambios en el panorama mediático y enfrentar desafíos significativos, como la disminución de las ventas de periódicos impresos y la competencia con las plataformas de redes sociales por la atención del público.
En este sentido, es posible que veamos una evolución en la forma en que operan los medios tradicionales, con un mayor enfoque en la integración de plataformas digitales y la creación de contenido multimedia para llegar a audiencias más heterogéneas. Los medios tradicionales enfrentan desafíos en el mundo digitalizado, es poco probable que desaparezcan por completo en el corto plazo, pero eventualmente se deberán transformar. Así como ya no usamos el telégrafo, cada vez es menos común utilizar teléfonos análogos, los televisores son digitales, eso mismo ocurrirá con los medios tradicionales, tiene que reinventarse con mayor celeridad. La audiencia quiere informarse, eso está claro, utilizando diferentes plataformas y con un estilo de mensaje corto y sencillo. La era de X, ante Twitter ha marcado mucho y abreviado los mensajes importantes.
