Que la tristeza es algo difícil de disimular y que nada es más engañoso que una fotografía son frases muy conocidas y verdaderas, en ciertas circunstancias, claro. Jason Momoa es un actor norteamericano que ha cosechado mucha fama por sus excelentes interpretaciones en Juego de Tronos y Aquaman, por mencionar solo algunos de sus trabajos.
Estos mismos papeles y otros atributos lo han puesto en la lista de los chicos más codiciados de Hollywood. Por razones que solo se explican por esa química inexplicable del amor, estuvo involucrado sentimentalmente por mucho tiempo con Lisa Bonet, afamada actriz, ex de Lenny Kravitz y madre de la también talentosa actriz Zoe Kravitz.
Ella (Lisa) es mayor que él (Jason) por doce años y eso se notaba demasiado, además de los inevitables desacuerdos que por la misma diferencia de edad existía entre ellos. Lo a disgusto que estaba ella en esa relación era algo palpable, todos lo podían ver, menos él, o tal vez se negaba a verlo por las razones que sea.
En más del noventa por ciento de las fotografías y videos de ellos dos compartiendo con amigos, en fiestas, o cualquier otro evento que tuviera que ver con las carreras de ambos, se podía percibir a una Lisa Bonet hastiada y a un Jason Momoa sonriente, como tratando de salvar el momento.
El día que ella hizo el anuncio que había decidido separarse de él, nadie quedó sorprendido, lo mal que andaba eso era un secreto a voces. Total, que luego cada uno siguió su rumbo como normalmente sucede.
Algunos años después él está saliendo con Adria Arjona y las cosas se ven muy distintas o al menos eso parece. Él siempre ha sido muy carismático y demás, pero en esta ocasión ella también se nota muy contenta.
La hija del reconocido cantautor guatemalteco no se ha molestado en disimular su felicidad al lado del hawaiano. Veremos qué dicen el tiempo y la convivencia.
Y bueno, si bien es cierto que todos somos una cosa frente a una cámara y otra detrás de ella, también es cierto que la felicidad y el amor son cosas muy difíciles de esconder, pero también las sensaciones contrarias y para muestra un botón; solo habría que entrar en nuestro álbum de fotografías y comprobar que muchas veces una imagen, habla más que mil palabras.