No es cierto ese tema de que Honduras vaya ser declarada una “guarida fiscal” o un paraíso fiscal si el Congreso Nacional no aprueba la Ley de Justicia Tributaria, ese es un cuento de quienes quieren seguir sacando dinero, expresó el preside del Consejo Empresarial de América Latina, Luis Larach.
Lo afirmado por Larach es un contrapeso a las declaraciones que sorpresivamente dio el pasado 9 de noviembre el director del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Marlon Ochoa.
Contrario a la política del Gobierno que califica como injerencia a los asuntos internos las opiniones o sugerencias de gobiernos y funcionarios extranjeros, Ochoa admitió que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó a Honduras que, de no aprobarse en el Poder Legislativo la Ley de Justicia Tributaria antes de junio de 2024, el país podría ser «formalmente declarado como una guarida fiscal».
Según Larach, hablar de guaridas y paraísos fiscales es una mentira, más bien Honduras es “un infierno fiscal” y por eso es que se están yendo los hondureños con todo y sus familias, lo mismo que los inversionistas por esos discursos comunistas y de confrontación contra los empresarios.
Seguidamente, Larach se preguntó ¿para qué quieren más dinero?, y luego ironizó ¿acaso quieren hacer más infraestructura, más desarrollo y más inversión social”, y luego contestó: “no, lo que se ha visto es más pobreza y los de turno quieren seguir en lo mismo como los gobiernos anteriores”.
Para reforzar su argumento, el también expresidente del Cohep, recordó que esto no es nuevo, ya pasó en los últimos 12 años, en el gobierno de Juan Orlando Hernández, donde incrementaron los ingresos, cobraban lo debido y lo indebido y no redujeron la pobreza, por el contrario, la pobreza se incrementa y falta educación y salud.
A criterio de Larach, la Ley de Justicia Tributaria es un tema más de discrecionalidad del funcionario para decir quién vive, o quién muere y eso ha sucedido. “No es nada nuevo, eso lo hemos visto como en países como Venezuela como Nicaragua, donde tienen la discrecionalidad para decir quién va a continuar en el país y quién no”.
Luego reflexionó que solo con la discusión de la ley se están perdiendo los empleos, mientras en el entorno regional se aprovechan del ambiente negativo de nuestro país y se dedican a atraer la inversión ya que Honduras tiene una alta tasación tributaria.
Larach demandó también del Gobierno que “dejen de satanizar a los empresarios, ya que los países vecinos sí están atrayendo inversión mientras aquí se están perdiendo los empleos”.
En alusión al director del SAR, el empresario reiteró que deben parar el discurso agresivo en contra del empresariado porque no es un buen mensaje “sino un mensaje de mucho riesgo para nuestro país porque son discursos comunistas prácticamente”.
Según el director del SAR la Ley de Justicia Tributaría evitará que Honduras «sea declarado formalmente paraíso fiscal y nos permitirá combatir la evasión de las grandes fortunas del país».
El proyecto de ley fue enviado por el Ejecutivo el pasado 26 de abril al Congreso Nacional y ese mismo día fue remitido a una comisión para su estudio antes de ser conocida en el pleno para su aprobación, para lo que requiere el voto de al menos 65 de los 128 diputados.
La iniciativa, según el Gobierno, busca generar empleo de calidad en condiciones beneficiosas para el pueblo y los inversionistas, atraer inversión extranjera y promover la inversión nacional.
La propuesta es rechazada por varios sectores de Honduras, entre ellos la empresa privada, por considerarla «malintencionada» y que profundizará «más» la difícil situación de los pobres en el país.
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