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lunes, mayo 20, 2024

Lo que usted puede hacer para ayudar a Israel… acabar con los mitos

A medida que Israel ha retomado gradualmente el control y ha despejado las zonas fronterizas que fueron inundadas de terroristas, ha sido revelado el alcance de la masacre de Hamás. El ataque de Hamás en el sur fue el asesinato en masa premeditado de civiles inocentes.

El lanzamiento de cohetes contra la población israelí es otro intento de aterrorizar y matar a ciudadanos inocentes. Hasta el día de hoy, hemos contabilizado más de 1,400 personas asesinadas, entre ellas, bebés, niños, mujeres y personas ancianas. Familias enteras fueron masacradas en sus hogares. Los bebés fueron mutilados y los niños asesinados a tiros con sus padres. Aproximadamente, 260 jóvenes, hombres y mujeres fueron asesinados, la mayoría de ellos a tiros, en un festival musical. Más de 3,500 personas resultaron heridas, muchas de ellas, aún están debatiéndose entre la vida y la muerte. Más de 150 han sido secuestrados a Gaza, y su destino es desconocido. Además, los enemigos de Israel lanzaron miles de cohetes contra su población civil. Ha llegado el momento de acabar con los mitos y pasar a la realidad.

El primer mito es la ecuación profana hecha por muchos medios de comunicación dominantes, en un intento inútil de preservar un equilibrio inexistente, a fin de describir engañosamente el conflicto como “violencia de ambos lados”.

No obstante, mientras Israel busca la paz y la coexistencia, las organizaciones terroristas palestinas, incluido Hamás, eligen la muerte y la devastación. Mientras que a lo largo del conflicto en Israel ha realizado grandes esfuerzos para minimizar los daños a civiles, los militantes palestinos apuntan a inocentes como su objetivo principal. Cuando las Fuerzas de Defensa Israelíes solicitan a los civiles de Gaza evacuar las zonas de riesgo previo a atacar, los terroristas de Hamás demandan a los palestinos a permanecer en la zona, hasta el punto de bloquear las salidas y quedarse con las llaves de los vehículos. Hamás comete un doble crimen de guerra: atacar a civiles israelíes mientras utiliza a los habitantes de la Franja de Gaza como escudos humanos.

Aquí no cabe comparación alguna. No hay equivalencia entre aquellos que atacan a civiles inocentes y aquellos que se están defendiendo de esos ataques.

El segundo mito es uno, repetido por muchos, de que el uso de la fuerza es ineficaz o inherentemente inmoral. Esto es falso. Hay momentos en los cuales el uso de la fuerza es una necesidad, una obligación y el único curso de acción moral. Frente a la profundidad de la maldad de terroristas como los de Hamás, que se propusieron asesinar bebés y masacrar a gente inocente en sus camas, es obligación de todos los Estados o entidades impedir que logren sus objetivos y evitar dichas atrocidades por cualquier medio disponible.

Resulta inaceptable que el derecho a utilizar la fuerza en defensa propia sea cuestionado en relación a Israel. Como cualquier otro Estado del mundo, Israel tiene el derecho y la obligación de proteger a sus ciudadanos y de adoptar todas las medidas necesarias para defender a su pueblo.

¿Cómo debería de Honduras reaccionar si 1,400 civiles son torturados y asesinados por una organización terrorista?

Resulta aborrecible que haya algunos que cuestionen ese derecho. Cuando personalidades de los medios de comunicación y otros cuestionan el derecho de Israel a la autodefensa, la gente de Israel pregunta: ¿cuántos israelíes deben morir a fin de que dicho derecho sea reconocido, como lo es para cualquier otra nación en este planeta?

El tercer mito a ser destacado es uno que alude a la esencia del conflicto entre Israel y los palestinos extremistas. La falsedad que debe ser disipada es que el conflicto es solamente por elementos concretos, como territorio, agua u otros bienes materiales. Una de las declaraciones más comunes es que “si Israel sólo hiciera esto o aquello, entonces habría paz”. El ataque contra el sur de Israel demuestra el hecho, de que Hamás, al igual que otros extremistas en el campo palestino, no tiene interés en el compromiso o la coexistencia. Ellos desean erradicar a Israel y rechazan reconocerlo de cualquier manera.

Esta es una batalla existencial, en la que está en juego la supervivencia de Israel. Israel ha recorrido un largo camino tratando de alcanzar una coexistencia pacífica. Reconoció a la Autoridad Palestina y cedió territorio a los palestinos. Israel desocupó toda la Franja de Gaza, incluido el desmantelamiento de todos los asentamientos judíos en ese territorio. No obstante, Israel no fue recompensado con la paz; por el contrario, los territorios desocupados por Israel se convirtieron en campos de entrenamiento de terroristas y plataformas de lanzamiento de atentados. Hay una creciente comprensión de que la paz será lograda, únicamente, cuando la mayoría de los palestinos elijan la coexistencia en lugar del conflicto y expulsen a los extremistas de su seno.

Hay muchos que preguntan cómo pueden ayudar a Israel en este momento de necesidad. Reconforta los corazones del pueblo de Israel ser testigos de tales ofrecimientos de apoyo y son profundamente apreciados. Más allá del apoyo emocional y material proporcionado por muchos, no es menos importante el apoyo moral. Declaraciones públicas de los funcionarios electos, los encuentros comunitarios de solidaridad en sinagogas e iglesias y la iluminación de edificios públicos en azul y blanco (los colores de nuestra bandera), son todos buenos ejemplos de acciones tranquilizadoras. En el mundo actual de las redes sociales, todos tienen una voz y cada uno puede ser un embajador de buena voluntad. Si desea apoyar a Israel, difunda la palabra de la verdad y ayúdenos a acabar con los mitos.

Dafna Danenberg, Embajadora Adjunta Embajada de Israel en Honduras.

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