Una de las reformas del plan de refundación que quiere implantar este gobierno está sorprendiendo al pueblo acostumbrado a las celebraciones y desfiles en la fecha que se conmemora la independencia nacional.
Cada día nos sorprenden con los cambios en materia de educación, iniciando con las leyes que soportan el sistema de educación, los contenidos de sus principales materias, el planteamiento a un segundo plano de temas otrora importantes, centralizándolo en unas cuantas. Todo se desprende desde el momento en que se pretende ELIMINAR LA LEY FUNDAMENTAL DE EDUCACIÓN Y SUSTITUIRLA POR UNA NUEVA, para ello se invoca el espíritu de nuestro héroe nacional Francisco Morazán, que pregonaba que “toda escuela debe de contar con el servicio de un maestro, que no se podían imponer sistemas educativos como yugos para asegurar el progreso de los pueblos y sacarlos de su ignorancia y garantizar su libertad”.
Actualmente, en México, con un tono político de izquierda el que se pretende imponer en Honduras, hay una gran discrepancia por los textos que el presidente López Obrador pretende imponer con los que cambian totalmente los contenidos que han ilustrado la enseñanza de nuestros pueblos en un clima de libertad y acogida de métodos extraídos de Chile, de España, de Estados Unidos, Francia, etc. Y a cargo de un selecto grupo de maestros que han creado libros de lectura, escritura, estudios sociales, matemáticas, que han servido para forjar las generaciones actuales. Ojalá que el magisterio tenga la oportunidad de ver los textos antes de que lleguen a la aprobación del Congreso Nacional.
Aquí comenzaron tratando de cambiar los uniformes con una camiseta para todos los alumnos de primaria, ahora el último cambio que pretenden imponer, y que seguramente será del rechazo del pueblo en general, es el de prohibir los desfiles en la celebración del Aniversario de la Patria, para reemplazarlos por desfiles populares.
Vayan y prohíbanle a la juventud que no desfile, que no entrenen más sus bandas y bailes multicolores, díganle a los padres de familia que en lugar de ver a sus hijos marchar, vayan a ver desfiles que se lleven de encuentro la memoria de nuestros próceres y donde el pueblo hondureño verá lacerada EL ALMA NACIONAL, principio y fin de nuestra existencia ciudadana y de verdadero amor a la patria.
