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jueves, mayo 2, 2024

La piñata eterna

Uno de los modus operandi del delincuente común tiene como factor principal todo aquello que favorezca la premeditación, ventaja y alevosía. En el caso de la corrupción, la ventaja es lo que más valora, sin descuidar los otros factores. En Honduras esta es casi imposible de erradicar, dadas las curvas, lagunas, puentes y ganchos legales para salir bien librados, tal como se ha visto en días recientes con casos que eran para muchas cadenas perpetuas, pero se les ha otorgado cartas de libertad a personas que cometieron delitos de lesa humanidad. Otras de las condiciones es que husmean para saber en dónde se puede hacer algún negocio.

En décadas pasadas, Hondutel era la niña bonita de los corruptos hasta que la dejaron al borde de la muerte. Nadie puede negar lo contrario sobre todo en aquella época de bonanza que tuvo en los años setenta y ochenta, cuando allí se colocaban funcionarios “de alta confianza”, delegados más bien para ver “cómo pasaba el agua”. Hoy, Hondutel es digna de lástima y depositaria de promesas, aparte de generar problemas en el campo laboral por su casi extinción.

Donde sí parece que fuera una eterna piñata, con todo y celebración, es el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que ha sido saqueado desde siempre y jamás ha tenido un periodo de satisfacción en especial para los derechohabientes, muy a pesar de las bondades que posee, equipos sofisticados, muchas vidas salvadas y médicos excelentes. De eso no es a lo que nos referimos, el caso es que se sigue sangrando a la institución y ahora vemos con sorpresa que se dan atrevimientos para seguir saqueando a una de las soluciones asistenciales que tiene el país.

Pareciera que no hay por dónde pasar, que el campo está minado por los corruptos y sea por donde se camine, cada paso quedará con los zapatos untados de la basura que existe en cada dependencia. El IHSS siempre ha sido señalado por la mala atención a sus pacientes, malos tratos a la tercera edad, desabastecimiento de medicinas y otras calamidades, pero, ¿y los recursos que supuestamente se han recuperado? Eso lo manifestó en su momento la cara más visible de aquella comisión, don German Leitzelar, para recuperar al IHSS después del saqueo que hizo su mismo director y de cuyo nombre no queremos recordar más por pena ajena, cuando se manifestó que el IHSS estaba como nuevo, de paquete. En la práctica no fue así, ya que en el tema judicial se dejó ir incluso a las juntas de empresarios y otros directivos (también con cartas de libertad) que figuraban, pagando unos pocos las culpas de toda una estructura maldita.

En definitiva, hay mucho que hacer, como pueblo le exigimos a la autoridad que cambie en su manera de ser y actuar, pero también las autoridades quieren que nosotros como pueblo cambiemos en nuestra conducta y esa tendencia a corromper todo por donde vamos pasando. Mientras la corrupción no sea atacada de manera permanente ya que jamás se acaba, eso en el IHSS seguirá como tamal mal amarrado, fácil de abrir y de comer.

EditorialLa piñata eterna

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