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Honduras
miércoles, mayo 1, 2024

La misión

Sabemos que los retos de los magistrados que, eventualmente, serán juramentados hoy miércoles (esperando que no suceda nada anormal) en ellos se debe tener clara su independencia e impartición de justicia, ya que debe garantizar –la Corte- su independencia y neutralidad, y ser percibida como imparcial por la población. Esto es fundamental para garantizar que se realice una impartición de justicia justa y equitativa. La corrupción continúa siendo un problema persistente en Honduras, y la Corte Suprema no está exenta de ella. Es importante que la Corte tome medidas para combatir la corrupción y fortalecer su credibilidad. Además, muchas personas en Honduras tienen dificultades para acceder a la justicia debido a la complejidad del sistema judicial, la falta de recursos y la influencia política en la administración de justicia y esa es una tarea pendiente ya que hay juicios que dura décadas y aun teniendo incluso veredictos, no se da cumplimiento por falta de seguimiento, lo que desemboca en la figura de violación de los deberes del funcionario público.

Sin embargo, uno de los retos más grandes y que sí puede repercutir en el futuro de nuestro país es el abordaje al narcotráfico y sus derivaciones. Deberán ser más que valientes ya que el carro de la historia les ha invitado a abordarla y para ello van a requerir irremediablemente de la cooperación internacional puesto que es un problema global y requiere una respuesta internacional coordinada. Honduras debe trabajar con otros países y organizaciones internacionales para abordar el problema desde una perspectiva más amplia. Es fundamental que el Estado de Derecho se fortalezca en Honduras para garantizar que los narcotraficantes y sus redes criminales sean procesados y sentenciados de manera efectiva. Esto implica mejorar el sistema de justicia y la Policía, y aumentar la capacitación de los agentes encargados de hacer cumplir la ley.

Una de las razones por las cuales este fenómeno florece en Honduras es la falta de oportunidades económicas para muchas personas. Para abordar este problema, se deben crear más oportunidades, especialmente para las comunidades a través de políticas de desarrollo económico y programas de capacitación y empleo. La educación y la prevención son herramientas fundamentales para prevenir el consumo de drogas y reducir la demanda de drogas. Se deben implementar programas de educación y prevención efectivos en escuelas, universidades y comunidades para sensibilizar a la población sobre los peligros de este delito. Para reducir la oferta de drogas, es necesario aumentar la vigilancia en las fronteras y puertos, y mejorar la cooperación entre las agencias encargadas de hacer cumplir la ley. Se deben incautar y decomisar más drogas, y se deben imponer penas más severas a los narcotraficantes y sus cómplices.

Y eso es solo el principio, falta abordar la mora judicial, el sistema carcelario, la regulación del transporte de personas y la vigilancia de la apertura de nuevas inversiones, soberanía y demás. Hoy comienza un nuevo ciclo, no se trata de una “nueva Corte”, se trata de un nuevo período de siete años de gestión y autoridad y las personas que estén allí como magistrados tienen en sus manos prácticamente el destino de más de 11 millones de hondureños, y esperamos que esas manos no sean manchadas con sangre de inocentes por sus malas decisiones. Que Dios les ilumine y les dé la valentía necesaria.

 

 

EditorialLa misión

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