Quisiera comenzar reconociendo que cada vez que damos las gracias, habilitamos las puertas de la abundancia, podría sonar trillado, pero en realidad es así.
Cuando somos agradecidos, somos conscientes de lo que tenemos y lo valoramos e inmediatamente se activa una gran virtud en nosotros como lo es la humildad. Además, cuando somos agradecidos también nace el deseo de dar y esa es la llave que nos llevara a experimentar la abundancia. De todos es conocido el dicho “Dando es como recibimos” y es que en realidad hay muchos enunciados que respaldan esto, tal como la ley de la siembra y la cosecha, donde lógicamente segaremos todo aquello que hayamos sembrado.
Hablando de ejercitarnos en el “dar”, quiero compartir con todos una experiencia propia que a continuación les detallo: la mañana de mi reciente cumpleaños pensé hacer algo diferente, algo que me trajera mucha alegría y realización y entonces se me ocurrió regalarle un presente a todas las personas que fueran a visitarme y créanme que fue extraordinario lo que sucedió; al principio las personas se sorprendieron de recibir un presente de la cumpleañera, pero poco a poco se volvió una actividad más de la celebración y la recompensa que recibí fue invaluable, así que espero poder continuar esta fascinante tradición año con año en cada uno de mis cumpleaños.
Con esto lo que en realidad quiero compartirles es que todos tenemos la posibilidad de experimentar la abundancia a través del dar que se habilita con la gratitud. Qué tal si empezamos agradeciendo por la familia y los amigos, por el trabajo, por los alimentos, los viajes, la alegría, la fe, la esperanza y el amor. Cuando hacemos un alto para valorar lo que tenemos y agradecer por ello, nos damos cuenta de que realmente tenemos lo más valioso, algo que no se puede comprar ni con todo el oro del mundo y eso es la vida, hoy estamos vivos, respirando de manera natural, podemos entonces disfrutar de ese maravilloso regalo que Dios nos otorga en cada amanecer. Entonces, si mientras lees este artículo estás respirando, eres capaz de sonreír y de parpadear, entonces déjame decirte que posees mucho y eso invita a dar las gracias.
De manera que, para finalizar, te invito a incorporar la gratitud en tu vida, que viene acompañada de enormes recompensas; entonces sin reservas demos gracias en todo tiempo y por todo.
