En temas tan delicados y cruciales como la inseguridad –que parecen no tener solución- en nuestro país, caben muchas interrogantes cuya respuesta es obvia y las soluciones surgen desde todos lados. Pero eso no es tanto una piedra en el zapato, sino que los encargados de este asunto cierran sus ojos y sus oídos ante las soluciones que se sugieren. En primer término, llama la atención de las palabras del director de la Policía Nacional considera la posibilidad de solicitar la ampliación del Estado de Excepción debido a que la delincuencia es un asunto con solución integral y no solo es de usar una o dos herramientas estratégicas o legales.
La salud del cuerpo social hondureño está desbordada de síntomas y signos nada alentadores, está de más reseñarlos de nuevo debido a que todos los días los podemos ver en nuestros barrios y colonias sin que exista una solución en el corto plazo. Las consideraciones del director policial son acertadas ya que, sin pretender caer en las comparaciones por ser odiosas, pero es inevitable hacerlo tomando como ejemplo lo que hace el presidente de El Salvador con un discurso coherente y con medidas penitenciarias realmente extremas para poner fin al asunto de la delincuencia juvenil, encerrando ya a más de 59 mil personas.
Por eso decimos que la delincuencia debe ser resuelta de manera integral y se ha anunciado que ya han capturado a más de un centenar de personas dedicadas a estos ilícitos, pero en realidad son miles y miles de jóvenes que, al no tener oportunidades, al no tener un espacio y tiempo para ser personas de bien, simplemente son absorbidos por este estilo de vida donde la responsabilidad directa recae en el Estado debido a la falta de políticas correctas en educación, salud trabajo y oportunidades para nuestra juventud y eso es lo que ha estado sucediendo en los países del Triángulo Norte y que, al menos, en El Salvador se está con estrategias radicales, pero allí no termina el asunto, ya que viene un “después”, y allí se verá si acaso el asunto se termina ya que la brecha de pobreza es demasiado profunda.
Se hace lo que se puede, a pesar de la falta de algunos recursos, pero la cuestión allí es cómo recuperar los recursos que se han malgastado de la Tasa de Seguridad ya que con semejante cantidad de dinero nuestro país sería quizá de los más seguros del mundo y no estar haciendo arbitrajes para solucionar el problema –siquiera- de volver a encender las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911, siendo esta la herramienta más que útil por su ubicuidad múltiple en tiempo real, previniendo delitos y sirviendo como argumento a la hora de condenar judicialmente a los felones.
Sabemos que no es fácil y lo que debemos hacer es apoyar a las autoridades, pero también recordarles con suma preocupación que en el momento en que se decide una estrategia, por favor, reiteramos, por favor, ¡no anuncien lo que van a hacer!, eso siempre lo hemos sostenido, no se anuncia porque eso les hace parecer como que avisan a los malos para no ser capturados y procesados, nos extraña eso muchísimo y nuevamente, por favor no procedan de esa manera. Cuenten con nuestro apoyo y agradecimiento, pero no anuncien sus estrategias.