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viernes, mayo 17, 2024

Implantes cerebrales, un experimento que cambiará paradigmas

La imaginación del ser humano es ilimitada, muchas ideas que creemos sólo posibles en nuestras fantasías o en la ciencia ficción toman forma cuando la tecnología y el avance de la ciencia ocurre y existe la obsesión, la vehemencia e inclusive la ambición de personas que impulsan estos cambios, aun con el escrutinio público, con la posibilidad del fracaso, con la cercanía a la bancarrota, si las cosas no resultan como se esperan.

Los grandes avances se han hecho y se siguen logrando a prueba y error, no hay un camino derecho en esto de la inventiva e innovación, evitemos el peligro de creer que lograremos algo extraordinario sin salir de nuestra área de confort o siendo consumistas, envueltos en conversaciones triviales, inmersos en ambientes que desalientan y hasta aniquilan la creatividad, sumado a la arrogancia de creer que todo lo sabemos o el otro gran problema, creer que no somos lo suficientemente capaces de provocar el cambio que deseamos ver.

Existe mucho por explorar, el espacio, los océanos y qué decir de nuestro propio cuerpo, en especial nuestro cerebro. La sola idea de que puedan colocar un chip en su cerebro ¿cómo le hace sentir? Según lo describe el propio dueño de la empresa que los fabrica y un grupo de sus colaboradores en un artículo científico (https://www.jmir.org/2019/10/e16194/. “Las interfaces cerebro-máquina prometen la restauración de la función sensorial y motora, así como el tratamiento de trastornos neurológicos. Sin embargo, las interfaces cerebro-máquina clínicas aún no han sido ampliamente adoptadas, en parte porque la cantidad limitada de canales ha restringido su potencial. En este documento técnico, describimos los primeros pasos de Neuralink hacia un sistema escalable de interfaz cerebro-máquina de alto ancho de banda. (Musk & Neuralink, 2019).

Este artículo científico fue presentado por Musk, cuando estaba por experimentar con animales, en el año 2022 reportó que un mono podía escribir en el ordenador de manera telepática, inclusive compartió el vídeo Monkey MindPong – YouTube. Esto causó controversia en la comunidad científica, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable mostró su preocupación por las consecuencias de éstos en los monos, porque pueden causarles sufrimiento; según los registros que ellos presentaron, el experimento fue altamente invasivo al cerebro de los animales. Por su parte, el grupo de derechos de animales también exige rendición de cuentas a Musk, inclusive por el fallecimiento de algunos de ellos, durante los experimentos.

A pesar de estas controversias y de haber rechazado en el 2022 la petición de pasar a la experimentación con humanos, finalmente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya ha otorgado su aprobación para que Neuralink (empresa de Musk) pueda hacerlo. Así como lo lee, ya están buscando voluntarios con ciertas características para participar en el experimento que vende la promesa de ayudar a millones de seres humanos que padecen de parálisis y otras enfermedades que actualmente no tienen cura.

La idea es muy tentadora, especialmente para los pacientes que no ven otra opción. De la manera que lo presentan pareciera un gran avance por el bien de la humanidad. Pero ¿dónde queda la ética y las regulaciones? ¿Qué podría ocurrir si estos implantes no son utilizados para la mejorar la vida de las personas, o bien todo lo contrario? Si ponen en peligro las vidas de los participantes en el experimento.

Qué mejor que consultar a los que conocen más a fondo este tema, el ingeniero Manuel Gamero, docente e investigador de UNITEC en el área de Biomédica, nos indica que “los avances tecnológicos están dando pasos agigantados con la diseminación del uso de distintas herramientas de inteligencia artificial. Es inevitable la aparición con mayor fuerza de investigaciones en relación a la integración hombre-máquina. La posible culminación del desarrollo de Neuralink podría representar una disminución de brechas entre las capacidades cerebrales humanas y la tecnología moderna en constante avance. Claro, esto también abre la puerta a futuros dilemas sociales y culturales, dando pie a una evolución radical del esquema social global aún vigente”.

Contar con una interfaz cerebro-máquinas es algo desconocido, un tipo de invención que nos permitirá competir quizás con la inteligencia artificial y crear un mundo diferente al que conocemos hoy, esto al parecer es solo el comienzo de un camino inexplorado, algo similar al choque de dos culturas, cuando colonizaron hace más de 500 años el Nuevo Mundo. ¿Estamos preparados éticamente para lo que viene? ¿Estaría dispuesto a aceptarlo? Cada respuesta dependerá de las circunstancias del individuo, que incluyen el nivel económico, educativo y social que actualmente vive.

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