Los expertos mejicanos están utilizando con gran éxito, el HIDROGEL, LLUVIA ÁCIDA O SEMILLA DE AGUA, un producto POLÍMERO de potasio súper absorbente que retiene el agua hasta 350 veces su tamaño normal, este producto está tomando relevancia en México, donde se originó su uso como auxiliar eficaz en la agricultura, frente a las sequías. Este producto granulado, ya está siendo usado en los Emiratos Árabes Unidos, India, Ecuador, Argentina; aquí en HONDURAS ya comienza a ser conocido por algunos productores que ya están comenzando a usarlo y ya se encuentran distribuidores locales.
Se vende como un polvo granulado a base de potasio, biodegradable, no soluble, no tóxico que, al entrar en contacto con el agua se expande hasta un máximo de cuatrocientas veces, se coloca en un sitio alrededor de la raíz de la planta y, según sean sus necesidades, manteniéndola hidratada sin necesidad de riego constante o lluvia. Puede usarse para cualquier tipo de plantas, cultivos, árboles, jardines, viveros, maceteros, cultivos hidropónicos, vegetales, hortalizas; las plantas tomarán la humedad de acuerdo con sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable.
El ingeniero mexicano Sergio Rico, iniciador del HIDROGEL aplicado a la producción agrícola, logra reducir la necesidad de riego de las plantas hasta en un 90%, es capaz de producir efectos de funcionar con éxito ante la total ausencia de agua en proyectos que están en peligro inminente. Se ofrece en forma de gotas de agua almacenadas en pequeñas cápsulas parecida al azúcar, se coloca alrededor de las raíces manteniéndolas hidratadas. También está teniendo gran aceptación en el cultivo de hortalizas como el tomate, pepino, maíz y para todo tipo de plantas.
El desafío de los mejicanos frente a la sequía en la agricultura, en diferentes proyectos de largo o corto plazo, entre sus cualidades sobresalen que la germinación se produce con más rapidez, las hojas, y plantas son más robustas, sus tallos son más alargados.
Otras ventajas son que asegura la ventilación de los suelos, se puede trasladar y empacar en sacos, tambos, cubetas, y hasta botellas, sin que se modifique el pH y sales de sus nutrientes, protege los suelos de la erosión, manteniendo el medio ambiente y economizando tiempos de producción, calidad y economía en los gastos y en los tiempos. Una vez agotada la acción de hidratación, el producto residual se convierte en fertilizante, con duración hasta de ocho años.
Si alguno de los hondureños se ha interesado por conocer más del tema DE LA LLUVIA SÓLIDA, su centro de distribución está en Guanajuato, en Michoacán y podrá buscar más información en consulados y agregados comerciales de México.
Por Ilsa Díaz Zelaya
