18.6 C
Honduras
miércoles, abril 24, 2024

Gratis… Un boleto para viajar al pasado

¿Qué haría usted si, de repente, alguien le regalara un boleto para viajar al pasado?

Sin condiciones ni penalidades (regreso garantizado) usted podría escoger el lugar y la fecha exacta dónde ir y tendría la duración que usted deseara.

¿Qué lugar y tiempo escogería?

Podría ser el momento y lugar en donde se escondió algún tesoro que jamás fue encontrado; ¡al regresar sólo tendría que ir a buscarlo y ya! Riqueza automática.

¿Utilizaría esa magnífica y única oportunidad para hacerse de una enorme fortuna?

¿Por qué no? Todo se vale y no hay castigo oculto.

Otros se verían tentados a comprobar si de verdad algún hecho histórico/legendario realmente ocurrió.

Por ejemplo, los creyentes podrían escoger un viernes, hace 2055 años, en el Monte Calvario, Jerusalén.

Qué excelente forma de saber si, verdaderamente, las cosas fueron como las han venido contando durante tantos años o si sólo se trata de un mito.

¿Lo haría usted? ¿Saldría de dudas y, sobre todo, aceptaría el resultado de su viaje como la verdad absoluta?

Ese viaje imaginario en particular ya se ha realizado, por medio de la ciencia y la respuesta ha sido clara: No existe ninguna evidencia arqueológica o científica que compruebe que de verdad los hechos relatados ocurrieron, sólo leyendas que fueron escritas muchos años después del supuesto hecho.

Pero bien, no nos apartemos del tema.

Hay hechos, tantos lugares y fechas en el tiempo que, en lo personal, me encantaría presenciar.

Por ejemplo: Qué tal poder caminar por las calles del Antiguo Egipto, particularmente la meseta de Giza, cuando las pirámides recién se terminaban de construir; ¿verdad que tuvo que haber habido una enorme ceremonia y grandes festejos celebrando su inauguración?

¡Poder presenciar esa magnífica civilización en el momento de su máximo esplendor!

Un momento, se me acaba de ocurrir una condición que forzosamente debería de incluirse: No se podría cambiar nada, absolutamente nada de lo que ocurriera, no se podría alterar la historia.

Bien, adelante.

¿Le gustaría saber cómo realmente fue Cleopatra? ¿Si de verdad era tan bella como la pinta la historia?

Piénselo bien, la oportunidad es única, no valdría la pena gastarla en algo tan banal, ¿verdad?

¿Qué tal comprobar y poder presenciar la historia sobre la destrucción de Troya? ¿Existió realmente un caballo que fue utilizado para introducirse en la ciudad subrepticiamente y aprovechar la sorpresa para destruirla y terminar una guerra que ya tenía cerca de diez años? ¿Cuál es el origen de la leyenda incluida en La Odisea de Homero? Eso me suena casi irresistiblemente tentador.

Pero no, hay mucho dónde escoger, literalmente toda la historia de la humanidad.

Sigamos viajando y resolviendo misterios.

¿Acompañar a los primeros astronautas que pusieron un pie en la Luna?

Noup, eso ya lo hemos presenciado en videos, no hay nada que comprobar.

Si de verdad se trata de viajar al espacio, no sería mejor presenciar un hecho catastrófico como el choque de las dos grandes masas que terminaron dando forma al actual planeta Tierra y a su satélite.

De todo se han visto reconstrucciones animadas, inclusive por computadora utilizando datos reales; es muy tentador, pero yo no escogería eso.

¿Visitar Marte hace unos cuatro mil millones de años, cuando se supone que había agua y, por lo tanto, quizá vida y hasta una civilización muy avanzada? Supieron lo que le ocurriría a su planeta y viajaron, ¿provino de ahí, así empezó la vida en nuestro planeta?

Buena esa, pero sigamos soñando con otras fechas.

Algunas más sencillas pero adorables. ¿El estudio de Leonardo Da Vinci, contemplar a ese genio en acción, pintando la Mona Lisa, realizando alguno de sus fabulosos inventos, como el modelo de un primer helicóptero, un tanque de guerra y hasta un robot? ¡Hablando de irresistibles!

¿Qué tal Berlín, 30 de abril de 1945, comprobar si realmente Hitler murió al final de la Segunda Guerra Mundial o si escapó como dice la teoría de la conspiración?

¡Vamos, desarrollemos la mente, busquemos fechas y acontecimientos en el pasado, en toda la historia de la humanidad, en las que realmente vale la pena invertir la magnífica oportunidad que nos han dado!

Desde el comienzo, cuando empecé a pensar en eso, hubo una idea saltando de aquí para allá mientras pensaba en todas las maravillas que se ponían a mi alcance.

Trataba de desecharla, pero ahí estaba, pidiendo nuevamente, rogando, casi ordenando.

Finalmente, después de soñar durante horas -y hasta días- me rendí; eso es lo que haría.

Yo escogería el viaje en el tiempo al tiempo más lejano posible, más allá de todos los acontecimientos de los que se tiene noticia y de los que podemos imaginar.

Yo emplearía ese increíble chance para viajar en el tiempo hasta el comienzo precisamente del tiempo; me gustaría estar presente cuando el primer átomo de materia o la primera manifestación de energía iniciaron la formación del universo hace unos 13 mil quinientos millones de años.

La ciencia ha dado algunas explicaciones posibles, pero yo tendría, entre todos los seres humanos, la oportunidad de comprobar cómo se inició todo.

¿Cómo fue eso?  ¿Qué fue lo que realmente ocurrió?

¡Ese es un viaje que en verdad valdría la pena hacer!

Si algún día en realidad tengo la oportunidad… ahí le cuento.

Por Otto Martin Wolf
[email protected]

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: