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viernes, abril 26, 2024

Escalando hacia cumbres borrascosas

El alpinismo es un deporte que demuestra que se debe ser tenaz, persistente, constante y con la meta fijada procurando fijar el premio muy a pesar del precio. Se debe pasar por pruebas intensas pero una vez superadas, se debe seguir el camino, poco a poco, con tal de avanzar, cada metro de ascenso cuenta. Con toda la manifestación, pero esta vez con avances súbitos, descarados, anormales y evidentes se ve claramente con hechos, sin que se emitan juicios de valor, de la persecución de baja intensidad que está en este momento sucediendo con la libertad de expresión.

Ese es un tema muy peligroso y de ahí que la sociedad deberá proteger a sus periodistas, sin importar al medio al que pertenezcan o a la forma de pensar, incluso su ideología, eso no debe ser causa de persecución con fatalidades incluidas. Se siente el mal olor como cuando emana de una cloaca ese deseo impuro de conculcar las ideas y el pensamiento y eso se debe a que los despropósitos de algunos pocos malos se quieren apoderar de las palancas y mecanismos que hacen saltar a la conciencia del hondureño, sumiéndolo en el miedo y en el silencio.

Lo peligroso de este asunto es que cuando esa escalada peligrosa ocurre, existe un punto de no retorno y allí es cuando vienen después el llanto y crujir de dientes y no se puede hacer nada; eso es una copia exacta de lo que se vivió en su momento en Cuba y se ha eternizado, lo mismo en Venezuela y Nicaragua, y eso está a la vista, sin pretender satanizar las ideologías que manejan los gobernantes de esos países, ya que todos tenemos libertad para pensar como nos parezca mejor y eso se respeta. La señora presidente de Zelaya deberá ver más a fondo esto, ya que posiblemente en su corazón albergue los mejores sentimientos para sus compatriotas ya que nadie discute su alta calidad humana y debido a eso no se le revele algo oculto en la agenda de quién sabe quién, pero sí conocemos de dónde viene, llegando a nuestras playas más de treinta años después de la muerte del socialismo radical, por la ineptitud de sus dirigentes e incapacidad de generar riqueza, con el derrumbe del muro de Berlín.

Porque además existe el socialismo moderado, que sí es pensante, que no utiliza hordas de motociclistas y colectivos, que no mete presos a sus adversarios ni conculca a los periodistas y la libertad de expresión. De eso tenemos ejemplos como el de Chile con la señora Bachelet y actualmente con el presidente Boric, quienes no se salen del guion de sus medios de producción y generación de riqueza, o el mismo José Mujica en Uruguay quien dice que “destruir el capital es de bobos”, según sus propias palabras. No es malo ser de pensamiento de izquierda, lo malo es en ser radical y vengativo.

Hoy ya la población hondureña se ha puesto alerta y las diferentes instancias de la sociedad ya están llegando a esas conclusiones y ya se sabe que nuestro modo de vida y la libertad de expresión se defenderá cueste lo que cueste, ya está demostrado.

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