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Honduras
sábado, abril 27, 2024

El poder disfrutar, es una actitud y viene de su interior.

Todos hacemos planes, sobre todo para temporadas de descanso o de vacaciones como esta semana que estamos comenzando. Para muchos, períodos a los cuales llaman “vacaciones inolvidables”, para otros también pero no en un buen sentido. La verdad es que las cosas, muchas veces, nunca salen como uno las planifica.

Honduras tiene muchísimos lugares en los cuales uno puede pasarla bien en familia y su riqueza turística permite que uno pueda pasar toda la semana visitando lugares con diferentes actividades y escenarios para conocer y disfrutar. Considero que nosotros los hondureños, realizamos mucho turismo interno, algo que es muy bueno para la economía del país.

De más está mencionar sitios como las playas de Tela, las Ruinas de Copán, las aguas termales en Gracias, y así podría mencionar muchísimos puntos listos y aguardándole para que usted junto a sus allegados puedan quitarse un rato de estrés y desconectarse de la vida cotidiana.

Sin embargo, muchas veces, las altas expectativas, el comparar nuestras vidas con las de otros y el olvidar que nosotros solos somos responsables de una gran cuota de nuestra felicidad, hace que nos olvidemos el poder disfrutar las cosas pequeñas, pero que nos dan mucho deleite en nuestro corazón.

Todos buscamos la foto perfecta del atardecer en Roatán, o nuestro deleite pasa por sacarnos la clásica imagen de las piernas asoleándose con la playa de fondo. ¿Y qué si no se puede? Muchas veces, repito, los planes serán diferentes a lo que pensamos. Previniendo eso, tanto como la prevención de accidentes o las medidas preventivas que nos dan antes de salir de casa, quiero darle unas medidas de prevención para su ser, si usted me lo permite.

Primero, la gratitud es la fuente verdadera de la alegría. Y esto, amigos, debe ser casi una disciplina, pues muchas veces no vamos a sentir el deseo de dar las gracias. Nuestros pensamientos están entrenados para sentir que nos “merecemos” lo mejor y que estamos en derecho de exigirlo, cuando la realidad, no es así.

La gratitud cambia la perspectiva de la vida. Sea que usted tenga una bebida cara, o un coco en la mano, un corazón agradecido se deleita en ambos casos, pues sabe que está disfrutando lo que la vida le brinda. Piense que hasta debemos darle gracias a Dios porque está leyendo esto, pues incluso muchas personas este día no pudieron despertar.

Lo segundo, sepa dar primero lo que espera recibir. Si quiere tener amistades que le aprecien, sepa ser amigo. Si usted quiere recibir muchas felicitaciones en su cumpleaños, ¡felicite a otros en su día! Si usted quiere que lo atiendan como rey, sirva a otras personas como si ellos lo fueran. No le garantizo que todo mundo estará obligado a actuar de la misma manera, pero sí que un gran porcentaje de las personas le harán sentir especial.

Y, por último, no olvide la sencillez para maravillarse. No espere que tenga que darse un gran acontecimiento para que usted diga ¡wow! Estamos acostumbrados a que, si no es algo jamás visto y único, no nos maravillamos. Hay cosas que son pequeños milagros de todos los días y da mucha alegría al corazón fijarse en ello.

Maravíllese con las respuestas ocurrentes de los niños. Salga a hacer ejercicio y llene de aire y vida sus pulmones, deje que la naturaleza lo inspire. Tenga conversaciones profundas, de esas que le llenan el alma. Tome pausa, medite, ore, pero también, tenga esperanza. ¡Propóngase una buena actitud, para recargar! Y mi mejor deseo es que todos disfruten y regresen sanos de vuelta a casa.

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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