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jueves, mayo 16, 2024

El hambre en todo

Nambe compa, si eso está en todas partes, está tan impregnado en nuestra vida como el olor del café, la baleada caliente o la morena brava, está en todo.

Está en el político que llega, con hambre a ver qué consigue, qué jala pa’ su mate, no se crea que llega porque usted o yo o el barrio o el pueblo estamos fregados y nos ayudará, ¡¡¡¡nambe compa!!!! Eso es lo de menos, ¡llega por ver qué consigue!

Está en el empleado de gobierno, que hasta para contestar el “buenos días” le pide a uno dos recibos y cuatro formas por triplicado. Obvio todo con un costo a pagar en el banco. ¡Sí compa! Pobre el desgraciado que tiene que ir a hacer un trámite en cualquier ministerio, o como les clavaron ahora, secretarías. Es todo el día allí y viera qué cariñosos son, me dijo con una carcajada, por eso toca pagarles a tramitadores y ellos en cinco minutos le resuelven, a cambio de haberle arrancado pistío, claro. ¿Ya ve lo que le digo?, el hambre está en todos y todas y “todes”, como dice mi hija que diga ahora si no se ofenden, ¡ahí le cuento quién cuando averigüe!

Esa hambre es perra compa, está en todos los niveles, desde el que anda en Prado blindada hasta el que anda a chuña asoleado. Ahora, si usted hace un negocio, póngase avispa, porque si se descuida le ven la cara de aquel que le cuento, revise bien su dinero y cuéntelo dos veces, porque el hambre es perra.

Fíjese que a un sobrino le tocó ir a sacar un documento para trabajar y le dieron una hoja en vez, obvio que le cobraron hasta los diezmos de Olancho más el tramitador que “le ayudó”, como dice él, jajaja. Sí compa, uno paga hasta por que le den un documento, bueno… una hoja de papel que parece documento, si eso debería ser de gratis, debería ser obligación del Estado darlo, por lo menos la primera vez o las primeras dos veces por los bocabiertas, que de esos hay montón, pero con la canción de que “no hay pisto”, es sacadera de billete compa, pero uno ve en la tele que fulanito y menganito agarraron para las Rusias, gastando una tendalada de pisto, a hacer que no sé qué, tal vez a hablar con el señor peleón ese que maneja allí o tal vez buscando un lugar donde irse rapidito sin que lo lleguen a jalar a uno si toca. Como el país de al lado, pues, que se ha vuelto “destino turístico” para un montón que sale a la carrera y oscuro, dijo riendo.

La cosa, compa, es que el hambre es cosa seria, es hija de la pobreza y nieta de la corrupción y lamentablemente ya nos acostumbramos a vivir con ella o tal vez no sabemos cómo vivir diferente ¿vaa?

Sí compa, cuando ya nos avivemos algo, se nos quite la idea que el que está en la silla o los cheles o chinos nos ayudarán y que somos nosotros los que debemos hacer el cambio, poco a poco la correremos, pero para eso hay que hacer sacrificios y no creer en santos que orinan o en políticos honestos que, según yo, no existen.

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