Después de vivir unos meses de sobresaltos, desengaños, errores y faltas, comenzando por los abusos que constantemente realizan los directivos del Congreso Nacional y también los diputados de las distintas bancadas algunos aunque últimamente como que han reaccionadlo para defender su propia ley constitutiva, y no seguir manteniendo a la mayoría del pueblo desencantado, ya que la mayoría esperaba realizara mejores resultados, cuando han aumentado la representación de más partidos que podían realizar un mejor trabajo.
Era de esperarse que se revisaría y reformaría el reglamento interno, que adolece de muchos errores, comenzando por convertir a su presidente en el máximo rector que puede elegirse en su cargo durante los cuatro años, mientras los diputados se eligen por dos en sus diferentes comisiones, integradas por miembros de distintos partidos, cosa que ahora no es así, ya que el presidente dispone de todo.
Hacer efectivo el cargo de todos los suplentes, a quienes se han integrado en su totalidad, cuando se declara que éstos serán llamados cuando no puedan hacerse presentes sus respectivos propietarios por causa justificada.
Jugar con el presupuesto, asignando aumentos de sueldo exagerados a propietarios o suplentes, viajes costosos, comisiones especiales, nombramientos de funcionarios, gastos de mantenimiento y alimentación, lo más delicado es asignar bonos sin que haya motivo que los justifique.
Quizá todos estos abusos han dado lugar a que por fin se organicen las distintas bancadas para que el pueblo hondureño, que soporta con visible enojo, tenga la esperanza de que nuevos temas o reformas de leyes de importancia para la economía del país, serían aprobadas por el bien de Honduras o rechazadas cuando sean para mal.10
A todos los diputados, hombres y mujeres, no permitan que el pueblo que los eligió se arrepienta y los condene. Propongan y discutan, aprueben o rechacen con sabiduría y verdad los temas de leyes que necesita Honduras, de la postración en que se encuentra.
Todos estamos llamados a desempeñar un papel histórico en la vida de la presente y futuras generaciones, de lo contrario la historia nos juzgará siempre.
