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Honduras
domingo, mayo 19, 2024

El agarrón y las coordenadas

El exhorto debe ser respetuoso por la investidura de los dos caballeros de los que nos referiremos y que aumentan ya la zozobra de los crispados nervios de los hondureños al mantener el tono alto de un circo que no abona a la gobernanza, que da pie a que cada uno de sus seguidores, y hasta de sus adláteres, irrumpan en las redes sociales y medios de comunicación con estupideces, aumentado así el desasosiego, desencanto y hartazgo del hondureño. Nos referimos a las rabietas de los señores Zelaya y Nasralla, el primero nombrado asesor presidencial y, el segundo, designado presidencial por voluntad popular.

Por fin llegaron donde siempre soñaron, cada uno de ellos nació con una estrella para lograr ubicarse en esas altas, encumbradas esferas de poder de nuestro empobrecido país y que, con esas actitudes, siguen depauperándolo aún más. Siendo sinceros, no habríamos querido dedicar este espacio para referirnos a ese tema, pero es deber porque así prevenimos a la población de esas actitudes que son indignas de sus investiduras, aflora primero el ego de cada uno de esos señores borrando la institucionalidad que recae en sus espaldas y aunque no estén de acuerdo con todo esto, es importante que sepan que eso provoca hastío y descontento popular, y después si acaso se exige de parte de este noble pueblo las responsabilidades, por favor no se vayan a estar quejando  por las cosas que hacen y dicen ahorita.

Es inevitable caer en la suspicacia de pensar y decir que esos agarrones permanentes entre estos señores se deban a que están siguiendo una pauta, un guion, como si fuera a compadre hablado. Todos sabemos cómo se conducen en la vida pública (la vida privada de ellos es sagrada y tampoco viene al caso) y realmente tienen ambos luces y sombras muy marcadas. El señor Zelaya quizá sea el último de los caudillos hondureños, de aquellos que eran vistos con sentimiento paternal de parte de los pueblos que estaban en su radio de acción, a manera de la época romántica de la mitad del siglo pasado e incluso décadas antes. Es de esos señores que, si algo querían, lo conseguían y si emitían una orden, sus subalternos hasta se tropezaban por salir corriendo para conceder y satisfacer sus deseos.

Por otro lado, el señor Nasralla siempre ha alardeado de su preparación académica siendo durante toda su vida un hombre-espectáculo, ligado a los medios de manera permanente y con una brillante trayectoria en tales. Se metió a aspirar electoralmente cuando comenzaba a criticar a los gobiernos de turno en sus programas de televisión hasta convertirse en una aparente solución por conocer tantos problemas. Cosa válida en cualquier ciudadano el aspirar en el plano electoral.

De ahí vienen ambos, sin preparación alguna en politología, ciencias sociales, en economía de alto nivel. Simplemente desde sus procedencias podemos deducir que nos están dando temas para perder nuestro valioso tiempo para no dejarnos ver las verdaderas soluciones que Honduras necesita. Nos atrevemos a sugerirles de manera más que respetuosa, pero vehemente, que ya paren con ese “burlesque” de mala muerte, la población tiene hambre y sed de justicia, tiene hambre de pan, de salud, de educación, de seguridad. Mientras sigan en ese “pleito”, están enviando el mensaje de hacia dónde se dirige este país con el actual Gobierno, nos dan claramente las coordenadas cuando comienzan a enfilar sus baterías contra la misma Iglesia católica (mientras la presidente ha viajado para reunirse con el papa Francisco) y la creación de instituciones que despiertan sospechas en función del control de la libertad de expresión…

EditorialEl agarrón y las coordenadas

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