Nuestro Ejército, el Ejército de todos los hondureños, es el componente de las Fuerzas Armadas de Honduras responsable de la salvaguarda del territorio y la soberanía nacional, y hoy, que conmemoramos el CXCVIII Aniversario de su existencia, destacamos el fiel cumplimento a ese mandato y, además, la dedicación de recursos y medios, para el más amplio accionar social que la institución castrense ha cumplido en los últimos años. Era un eje estratégico que se visualizaba difícil de alcanzar, pero la dedicación y vocación de servicio de cada mujer y hombre que forma parte del Ejército de Honduras, permitió que se cumplieran y sobrepasaran las expectativas, logrando contribuir significativamente con las diferentes entidades del Estado en materia de educación, salud, seguridad, bienestar y desarrollo a favor del pueblo.
Fueron cientos de miles los compatriotas beneficiados con las brigadas médicas, medicinas y consultas gratuitas hasta las más recónditas comunidades de nuestra geografía nacional, además de llevar atenciones sociales como cortes de cabello para damas y caballeros; piñatas, juguetes y diversión para niños, todo, con el propósito que una jornada de solidaridad y apoyo de parte de nuestros soldados, lograra llevar salud y una sonrisa donde más se requiera.
Una taza de café, caliente y oportuna, fue entregada a muchos hondureños que, al madrugar con motivo de asistir a un centro de salud a lo largo y ancho de nuestro país, fuera el más suculento desayuno, el más acogedor y grato saludo de buenos días por parte de nuestros soldados que, con orgullo, se sentían complacidos de servirle a la población y hasta al mismo personal de salud era atendido con el pequeño pero sincero detalle de parte de nuestro Ejército.
Contribuir con la educación y con la puesta en práctica de principios y valores fue también prioridad en el accionar solidario y social de parte del Ejército. Fomentando la lectura en plazas públicas, acercando las más interesantes obras escritas por artistas hondureños, para deleitar a jóvenes y adultos con un momento de risa, de suspenso y de cultura. Fomentar la lectura, es cuidar a nuestra población, es educar, es mejorar y hasta motivar para la superación personal, profesional y finalmente es cumplir con el pensamiento “quien te comparte un libro, es porque te aprecia y te desea lo mejor”.
El fomento a la cultura, a la educación, a la puesta en práctica de principios y valores, se fundamentó en el Pensamiento Morazánico, que al alcázar como un importante logro del Ejército, que todo su personal recibiera la Cátedra Morazánica, cada soldado fue efecto multiplicador, al compartir en que consistió el patriotismo del Paladín Centroamericano General Francisco Morazán, al exponer como guía, que sí se puede ser un funcionario con valores y con honor, velando por el cumplimiento de la ley y así beneficiar a la población a la cual se sirve.
Resalta que, a través de alianzas con organizaciones, también de carácter social, como los Boys Scout, iglesias, centros educativos, asociaciones sin fines de lucro, la Cruz Roja Hondureña, la Liga Contra el Cáncer, asilos y centros de atención para adultos mayores, la Teletón y muchas más; una pequeña ayuda por parte del Ejército llegara hasta cientos de compatriotas con una capacidad especial o que requería compartir una amena plática, una pinta de sangre o una jornada de juegos y diversión para jóvenes, que les aleje del riesgo a las drogas o sus conexos.
Esta labor social también permito reparar escuelas, darle mantenimiento a carreteras y caminos, llevar agua hasta poblaciones que la requerían, contribuir al cuidado de la naturaleza, poniendo a disposición los viveros de cada unidad militar del Ejército al servicio de las comunidades para reforestar y, a la vez, educar a niños y jóvenes sobre la importancia del medio ambiente.
Soldados del Ejército, son merecedores del más especial reconocimiento por parte del pueblo hondureño; su respeto, admiración, confianza y cariño para Ustedes. Mujeres y hombres de honor, que, hoy más que nunca, le sirven a la población llevando la mano amiga del Estado a cada rincón de nuestro país, no hay palabras para agradecerles por estar cuando más se les requiere, por poder contar con Ustedes, porque donde está de pie, en guardia, un soldado, hay un amigo, hay un ciudadano de uniforme militar dispuesto a apoyar, ya que es parte fundamental de la fuerza dedicada a servir.
