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lunes, abril 29, 2024

Educar, evaluar, filosofar para luego llorar

Durante siete periodos académicos, el doctor José M. Castellano realizó una evaluación de un grupo de estudiantes de la Universidad de Educación de Ecuador (UNAE), en dicho centro educativo se venía apreciando una falta de apropiación conceptual y lectora por parte de los estudiantes. Realmente preocupante. Se ha observado que generalmente los estudiantes llegan mal formados a la universidad. En honor a la verdad, laborando como maestro no existe mayor frustración que pretender educar a estudiantes no aptos para estar en la universidad y que carecen de capacidades y aptitudes suficientes para progresar al nivel inmediato superior… pero eso al sistema no le importa en absoluto; esto lo digo por experiencia propia.

El Dr. Castellano, utilizó un método interesante para evaluar a los estudiantes a través del trabajo, diagnóstico sobre comprensión lectora utilizando la “cumbia epistemológica” de Les Luthiers, titulada “Dilema de Amor”, un material dirigido a un amplio público y que contiene diversidad de conceptos, ideas, metáforas y elementos retóricos que permiten indagar en los procesos de comprensión y asimilación de los estudiantes.

Una vez finalizado el estudio, se llegó a la conclusión que existe una escasa formación de base por parte del alumnado universitario y una actitud y comportamiento generalizado, por ocultar o no reconocer las carencias de conocimiento. Hay una falta de comprensión básica y escaso léxico elemental, que genera incomprensión de textos y contextos obligando a los maestros a readaptar contenidos y planificaciones de asignaturas. ¡Me temo que sucede en otras universidades!

Me resultó muy didáctica la técnica utilizada… tomado la ya referida pieza del grupo “Les Luthiers” conteniendo de conceptos filosóficos y palabras de uso cotidiano para su posterior análisis: fulminante, fascinante, sugerente, excitante, reputado, banalidad, obertura, partitura, entre otras.  Lo sorprendente son las oraciones construidas por los estudiantes a partir del léxico ofrecido por el maestro evaluador… algunos ejemplos: “EXCITANTE es una palabra que define a una persona según su estado en que se encuentre”.  “En mi barrio existe una banalidad de pandillas”. “mediante la REPERCUSIÓN se comprende más”. “EL REPUTADO es malo para las personas”. “mi hermano subió de puesto a SUGERENTE”. “Piaget en sus estudios fue un ser FULMINANTE”. “se alejó de la OBERTURA del pozo porque corría mucho peligro”, “la PARTITURA de su casa está mal”… simplemente… la evaluación dio, para mucho…

La deficiencia académica tiene origen en la formación base sin duda alguna. Los estudiantes que logran llegar a la universidad vienen “marcados” por un bachillerato deficiente donde “se enseña “filosofía” de forma fragmentaria, es decir, la asignatura no es tomada en serio o directamente no se enseña (conozco algún lugar en donde dicen que es una pérdida de tiempo), los estudiantes no son formados para desarrollar ideas, pensamientos y comprender conceptos apropiarse de ellos y utilizarlos de forma lógica.

Este es el reflejo de una formación de base, urgida de una adaptación curricular para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. La investigación deja claro que la educación en Ecuador no anda muy bien; y este fenómeno no solo sucede en Ecuador, pasa en muchos países donde “se suprimió o denigró” la enseñanza de filosofía como asignatura de base. La enseñanza de la filosofía es el instrumento apto para el cultivo de la inteligencia; es una temeridad omitir su enseñanza.

Está claro que la palabra es creadora, se apropia de las cosas que nombra, al nombrarlas se materializan en la realidad del ser humano, contrario sensu, la cosa no existe, la palabra crea o elimina algo, en tanto en cuanto no tenga un nombre. La palabra, una vez ha creado algo, lo puede mantener en acción o en reposo, puede darle movimiento y sentido, puede darle importancia o restarle de valor, según el sano criterio del ser humano. La palabra construye al hombre. La palabra carece de sentido, cuando choca con oídos sordos o se transmite al público inapropiado o carente de entendimiento, es infructuosa frente al interlocutor que no la valora.

Los estudiantes están urgidos de palabras, léxico, ideas, conceptos, hipótesis, tesis, teorías, conocerlas y ejercer dominio sobre ellas. Los docentes son ricos en palabras, transmiten conocimientos a sus alumnos, lo difícil es tratar de conectar con personas que carecen de los mínimos rudimentos para pensar, reflexionar o formarse criterio; en el caso expuesto es patente y preocupante.

Me temo que el trabajo de mi amigo José M. Castellano publicado en 2020 en la “Psychology, society & education es, extrapolable a cualquier país del continente, resulta habitual encontrarse con esas deficiencias en los alumnos. Los que hemos pasado por la experiencia docente somos testigos de esta triste realidad. Los alumnos en general carecen de formación y no leen en absoluto. Recuerdo una universidad en la que impartí clases… se quejaban del maestro, porque tenían que leer un libro completo en la asignatura; parece que los estudiantes de hoy están peleados con las palabras y el conocimiento; leer y pensar son asignaturas pendientes.

Resulta preocupante la falta de léxico en los estudiantes, cada día que pasa es más pobre se utilizan pocos conceptos, pésimos argumentos y, sobre todo, esa escasa formación de base es una pesada mochila que cargan muchos profesionales en todas partes.  Esto se ve reflejado en el día a día profesional y es más visible, en aquellos que dirigen los destinos de nuestras naciones… escúchelos y verá como resuena la “cumbia epistemológica”.

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