23 C
Honduras
jueves, mayo 16, 2024

Ecosofía

Esta semana, Edgardo, uno de mis pacientes, tenía en su estado de WhatsApp una foto agradable, que denotaba relajación en medio del caos de la semana. Me hizo recordar que dentro del proceso de terapia que desarrollamos en la Psicología Clínica, se considera importante el contacto con la naturaleza, creemos que es necesario tomarnos un tiempo en el día a día, para fluir con la vida, en lugar de pelearnos con ella. Estar en contacto con el entorno natural nos ayuda a despejar ideas, razonar, aprender instrucciones vivenciales que solo la flora y la fauna nos pueden dar.

La palabra Ecosofía, se refiere a un tipo de corriente filosófica, propuesta en 1973 por el filósofo noruego Arne Næss, fundador de la ecología profunda. Etimológicamente Ecosofía proviene de la unión del vocablo griego οἶκος (oikos), que significa casa y σοφία (sofía), que se traduce cómo saber o sabiduría. Inicialmente Næss la define como una especie de filosofía ecológica, como una filosofía de armonía con la naturaleza o de equilibrio ecológico que debe tener todo ser humano.

En terapia, más que adoptar o ser parte de una corriente filosófica, nos interesa practicar día con día una rutina común pero significativa, experimentar lo que es estar en el aquí y el ahora, intentamos seguir el curso natural de la luz, levantarnos cuando sale el Sol, aprendemos de los beneficios matutinos que nos proporciona, vamos monitoreando la forma en que trabajamos y aprendemos a equilibrar horarios y carga laboral, aprendemos a respirar efectivamente y no solo como un reflejo o función vital, reconocemos la importancia de comer a nuestras horas y al final del día o en fin de semana, nos recogemos en alguna actividad placentera, aunque sea por un momento.

Desarrollamos la sensibilidad natural que tiene el ser humano, consideramos que es necesario intentar percibir la armonía y orden que tiene la naturaleza, analizar su mensaje. Siempre será bueno darse el tiempo de conectar con nuestras raíces, hacer las paces con la tierra, contemplar lo infinito del universo, el silencio de las montañas, la profundidad de un cielo estrellado y aprender de todo lo que nos provee.

En terapia aprendemos que pasar tiempo en la naturaleza puede ayudarnos a aliviar el estrés, bajar la ansiedad, a mejorar el estado de ánimo y obviamente elevamos los sentimientos de bienestar. No importa cómo le llamemos, ecosofía, baños forestales, ‘treehugger’, terapia ecológica, curación natural, etc., en lo que sí estamos de acuerdo es en que nuestros antepasados evolucionaron al aire libre, es parte natural que necesitemos estar cerca y en la naturaleza para crecer, y en el momento de buscar un espacio para conectar con ella, es como hacer un viaje de regreso a nuestras preciadas raíces.

Así que, si puedes en la Semana Mayor, sal un momento de casa, busca un espacio adecuado para aprender de tu entorno natural, filosofamos un rato y nos vamos.

Irazema Ramos
Sicóloga

 

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: