La humanidad es una especie que se ha desplazado a lo largo de los siglos de un lugar a otro, según la época y las necesidades que requiera suplir. De alguna manera todos tenemos una raíz nómada, nuestros ancestros se movieron en busca de mejores condiciones para practicar la caza o la agricultura.
Los antiguos nómadas quedarían sorprendidos al conocer que en la actualidad existe un grupo de humanos que por elección propia han decidido convertirse en nómadas con características muy propias de un mundo guiado por los avances tecnológicos. Los nómadas digitales son individuos de diferentes nacionalidades que deciden viajar por el mundo mientras trabajan de manera remota, ellos lo pueden hacer por semanas, meses y hasta por años.
Así como el buen clima y el acceso al agua era necesario para la supervivencia de los antiguos nómadas, el Internet es el principal factor que permite a los nómadas modernos gozar de “workcations” (combinar trabajo y vacaciones). Este concepto parece salido de una película de ciencia ficción donde se ven carros que vuelan (de hecho, ya los hay).
El número de nómadas digitales aumentó en 112% en los Estados Unidos, en el 2019 eran más de siete millones de personas, en el 2020, en plena pandemia eran casi once millones y en el 2021 sobrepasaba los quince millones de individuos. El perfil demográfico de un nómada digital está compuesto por la generación Millennials, nacidos entre 1981 y 1997, que equivale al 44%. Los individuos que componen la generación X, nacidos entre 1965 y 1985, están bien representados con un 23%, al parecer se han adaptado a los tiempos y la generación Z, nacidos entre 1997 y 2012, los más jovencitos empiezan a tomar terreno, corresponde al 21%, de la fuerza laboral nómada (MBO Partner, 2021).
Desde que se popularizó a inicios de este siglo el uso del Internet, el mundo se transformó, dio un salto cuántico. Los entornos laborales se volvieron más dinámicos e innovadores, dando lugar a una nueva cultura de trabajo mediada por la tecnología, que facilita la ubicuidad de las organizaciones y permite a los colaboradores estar conectados a toda hora y desde cualquier parte del mundo.
Trabajar de manera remota, se convirtió en una solución nunca antes pensada por los empleadores más tradicionales, con estructuras organizativas verticales que han tenido que moverse rápidamente de sus convencionalismos y adoptar la tecnología como su tabla de salvación en tiempos de COVID-19, dejando una nueva cultura empresarial postpandemia.
Los nómadas digitales son de diversas profesiones, principalmente del área de informática, es bastante común ver anuncios en Internet buscando programadores que pueden estar localizado en cualquier parte del mundo, trabajo “glocal”. También son reclutados profesionales del sector financiero, mercadeo, contabilidad y educadores de diferentes disciplinas. Los nómadas digitales son agiles para aprender por si mismos las herramientas que les ayudarán a desempeñar su trabajo, la autonomía es una característica que los definen, pero son totalmente dependientes del Internet y de la tecnología.
Una de las desventajas que encuentran los aspirantes a nómadas digitales es la falta de claridad legal, con el tema de pago de impuestos, de cómo rentar un apartamento temporalmente y permanecer en un país con la visa apropiada, cumplir con la ley del país en tránsito, este vacío legal ya está siendo solucionado en varias naciones que quieren atraer a estos nómadas modernos, como los Emiratos Árabes, Italia y en Latinoamérica países como Chile, que reconocen en ellos el aporte que brindan a la economía y al desarrollo de la región que los recibe.
Para los que están preparados, con las habilidades tecnológicas y profesionales requeridas en su campo y quieren explorar el mundo, tienen la gran oportunidad de convertirse en nómadas digitales, un privilegio propio de nuestra época marcada por los avances de las tecnologías de la información y de la comunicación.
Mirna Isabel Rivera
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