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martes, abril 23, 2024

E-Evolución: Gratitud para los migrantes por sus remesas e impacto en el PIB

Las remesas representan más que el dinero enviado por los hondureños laborando en el extranjero a sus familiares y seres queridos. Es el esfuerzo y sacrificio que conlleva el dejar todo atrás, tomar la valiente y osada decisión de emprender un viaje a un país desconocido, con la única esperanza de que todo será mejor “allá”, que pronto estarán ganando en dólares o euros, para poder apoyar a quienes dejan atrás

El tema de los migrantes pareciera un tema privado, una decisión familiar o personal, sin embargo, para un país como Honduras, se ha convertido en uno de interés nacional, por lo que amerita una atención especial, legislaciones que apoyen a los migrantes, fuera de Honduras y a sus familiares que viven en el país.

Los dólares y euros que circulan en Honduras, es gracias a los migrantes, aunque parezca increíble el Producto Interno Bruto (PIB) son producidos por los desterrados, por los mismos que han tenido que atravesar peligrosas rutas migratorias, algunos para cumplir el “sueño americano” han soportado sufrimiento físico y emocional, un precio muy alto.

Sin embargo, estas nobles personas cuando logran llegar al país destino -generalmente los Estados Unidos- y obtienen un empleo, lo primero que hacen es empezar a enviar dinero a sus seres queridos. Lo hacen a través de empresas de transferencias que tienen sucursales o a través de cuentas bancarias, estas instituciones cobran a los migrantes una comisión por cada envío.

Para conocer la cantidad de remesas recibidas, el Banco Central de Honduras recopila información de las empresas de transferencia de dinero y otras instituciones financieras. Además, el Gobierno hondureño también realiza encuestas y estudios para medir el impacto de las remesas en la economía y en la sociedad en general.

La elevada corrupción que alimenta la desigualdad, la criminalidad y la falta de empleo son factores que han expulsado más de un millón de hondureños a vivir de manera irregular en los Estados Unidos. Los datos lo confirman, el hondureño es trabajador, migran con el deseo de superarse, de ayudar y contrario a las promesas de los políticos ellos sí le cumplen a su gente.

Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), una familia recibe un promedio 626.3 dólares en remesas mensuales. Aproximadamente el 73% de los migrantes envía de manera puntual ese dinero, que les sirve para suplir necesidades básicas. Las remesas provienen en su mayoría de Estados Unidos, en segundo lugar, de España.

Nuestros compatriotas envían ese dinero principalmente a sus madres (37.4%) el resto a sus cónyuges (11.3%), el padre (11.1%), los hijos (11%), los abuelos (4%), tíos (1.9%) y primos (1%). Además, contribuyen adicionalmente según estos datos del Banco Central, con dinero extra para construcción (29.5%), eventos familiares (19.9%), compra de terreno (18.8%), adquisición de vivienda (13.1%), gastos médicos (10.2%), servicios fúnebres (1.7%) y otros gastos no especificados (6.8%). (BCH, 2023).

Los migrantes están comprometidos con Honduras, realmente aman su familia, a pesar de que muchas veces no se comprende, ni reconoce su sacrificio y muchos piensan que el dinero se obtiene de manera fácil, por el solo hecho de vivir en un país desarrollado.

Subsistimos como nación de manera directa o indirecta gracias al esfuerzo de nuestros compatriotas, hermanos y hermanas en el extranjero que, con sus remesas, son la principal fuente de divisas, aportan más que la industria de la maquila, el camarón o la exportación de café, que tanto apoyo han recibido por décadas de los diferentes gobiernos, fortaleciendo clases privilegiadas, que no terminan de hacer el famoso derrame económico en sus épocas de bonanza.

Las remesas representan alrededor del 25% del Producto Interno Bruto (PIB), esto significa que, si el PIB de Honduras fueran de 100 dólares y las remesas fueran de 25 dólares, las remesas representarían la cuarta parte del PIB del país. Lo que indica la importancia que tienen las remesas para la economía de Honduras.

¿Quién cuida de nuestros compatriotas en el extranjero? ¿Quién los representa en el Congreso Nacional de Honduras? ¿Quién vela por sus derechos tanto en Honduras como fuera del país? Aparte de tener derecho a ejercer el sufragio a nivel de presidente y vicepresidente, ¿por qué no tienen la oportunidad de elegir diputados y autoridades locales de los municipios de donde son originarios? ¿Por qué no se respeta la Ley del Hondureño Ausente y se aplica de manera permanente? ¿Será una “locura” o una sabia decisión que tengan la oportunidad de elegir diputados o diputadas como si fueran el departamento número 19?

Por lo menos, en el corto plazo, un requerimiento mínimo que se debe exigir es que los hondureños que acuden a los consulados en Estados Unidos y en cualquier otra parte del mundo sean tratados con dignidad y respeto, que los apoyen para que obtengan en tiempo y forma sus pasaportes y tarjetas de identidad. Se lo merecen, en primer lugar, por el simple hecho de ser hondureños y, en segundo lugar, pero quizás sea el que más mueva a la clase política y empresarial dominante, porque son los desterrados el principal soporte directo de la economía familiar y del país.

Mirna Isabel Rivera
[email protected]

 

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