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jueves, mayo 2, 2024

Dejen de amolarnos

Es por decirlo de forma muy amable, pero la verdad es que quisiera ser más grotesco y sincero con los personeros de Libre que actualmente nos desgobiernan. Con todos esos funcionarios que pasan diciendo groserías, insultando, tergiversando la realidad, mintiendo, interpretando de forma grotesca la historia, los sucesos: ¡ya dejen de fastidiarnos!

La última pasada descomunal es la que hizo José Manuel Zelaya Rosales en una reunión de partidos de izquierda de Latinoamérica al mentir de la forma más absurda, descarada, desvergonzada, afirmando sin pestañar ni que le diera un tic en la comisura de los labios o en un párpado, que habían desactivado 7 golpes de Estado.

Ahora entiendo por qué la señora presidente fue a mentir también de la misma forma en un foro tan serio como el de la Asamblea General de la ONU, si es que el esposo es igualito.

Pero bien, aunque pudiera parecer normal que el díscolo expresidente mintiera vulgarmente en un foro lleno de políticos igual de mentirosos que él (al fin y al cabo todos de izquierda), no demuestra sino que el máximo jefe de Libre es el que azuza a su manada a ser igualmente mentirosos todo el tiempo.

Por favor, ¿hasta cuándo Manuel Zelaya mantendrá esa locura de mentir y mentir, con una demagogia insultante y estéril? Su incapacidad para poner los pies sobre la tierra lo mantiene en ese estado de dopaje mental, creyéndose chistoso, agudo, gracioso, inteligente cuando suelta la perorata de sinsentidos buscando nada más ser aplaudido por sus huestes sumisas.

¡Qué peligroso es este señor! De lo peor que ha aparecido en la política nacional.

Si en efecto se hubieran dado 7 intentonas, ¿creen ustedes que en todas y cada una de ellas no hubieran hecho la gran algarabía felicitándose por haberlos “desactivado”? Además, ¿dónde están los involucrados, donde están los presos por atentar contra el orden constitucional? Falso, mentiroso, demagogo y peligroso. Eso es ese señor.

¿Por qué no asesora mejor a la titular del Poder Ejecutivo como debe ser? En materia de educación donde hay lugares donde nunca hubo clases por falta de maestros, en materia de salud, donde el desabastecimiento de medicinas sigue siendo un problema, en cuanto a la seguridad ciudadana, sobre todo en la tierra natal de su esposa, Catacamas, donde está corriendo la sangre por las bandas del crimen organizado que se disputan la ciudad y el departamento. En fin, ¿por qué no cumple con su trabajo como debe ser?

¿Qué estaremos pagando los hondureños?

Ya hemos hablado cualquier cantidad de articulistas sobre las deficiencias de este gobierno, y no solo de las promesas incumplidas, sino de que incluso el trabajo ordinario que todo gobierno debe realizar, hasta el más malo, no lo hacen, pero estos funcionarios le agregan un plus a su incompetencia: la vulgaridad y la mentira, todos en sintonía de su máximo líder.

Basta meterse en la red social X para darse cuenta de lo que digo.

Los que se llevan las palmas son el secretario de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, y el Gilberto Ríos.

En cuanto a Ricardo Salgado, ya somos montón de internautas que le reclamamos que trabaje, que qué es eso de estar metiendo sus narices en X todo el tiempo, y muestra que su única ocupación es destilar veneno, no ha presentado nada que sea de consideración en su función como planificador del gobierno central. ¿Qué proyectos de relevancia para la nación y el pueblo ha elaborado él y su equipo del cual podamos estar seguros que devenga su jugoso salario? Ninguno, absolutamente ninguno. Tanto que se esforzaron para regresar al poder solo para no hacer nada. Son unos inútiles.

Solo lean esta pieza: “Lo más trágico es que esta señora, además de llenar de mareros la administración pública, no llegó siquiera a tener mejor nivel que los grupos de respuesta analfabetos que todavía paga su cartel Nacional de Honduras. De planificación sabrá lo mismo que sabe un burro de química”. Ese es el nivel intelectual, la solidez moral, la integridad ética de semejante funcionario. Así le contestó a una dama diputada del Partido Nacional. ¿Sabrá algo de buenos modales este señor? Y sobre la mentira descarada sobre emplear mareros, ¿dónde están los datos?

Rodolfo Pastor, ministro de la Presidencia, tan flemático en su comportamiento, pero también lanza veneno. Miren esto. “Semejante cinismo el suyo. Pícaros ustedes, que durante una década saquearon este país, dejando un desastre que tomará el trabajo y el tiempo de gobiernos y generaciones recuperar. Dejaron a Honduras destruida, consumida por la corrupción y crimen que cometieron impunemente”. ¡Cuánta solidez de argumentos! ¡Cuánta elegancia y profundidad en el análisis! Ja, ja, ja.

El asesor de la presidente, su hijo (parte del familión) Héctor Zelaya, tergiversa grotescamente la democracia y el sistema electoral al señalar que en las urnas el pueblo le dio la mayoría y eso implica el derecho a que sean ellos, los de Libre, y nadie más, quienes tengan que poner los funcionarios, refiriéndose a la elección del fiscal. Está tan perdido que ni siquiera vale la pena comentarlo, no tiene ni idea de los que es la mayoría para dirigir el Poder Ejecutivo y que significa que en el Poder Legislativo la oposición tenga la mayoría. Pero así les gusta tergiversar las cosas.

La lista de desaguisados es interminable, así como interminable es también la angustia de todos nosotros al ver el camino al abismo por el cual nos lleva este gobierno, pero, por el momento, lo único que podemos exigirles es que dejen de amolarnos con tantos comentarios y opiniones retorcidas.

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