19.4 C
Honduras
lunes, abril 29, 2024

CUADRANDO EL CÍRCULO: Menos sueños, más planes

Como todos, el año 2022, más que malo fue bueno, estamos vivos, y esa es la circunstancia primordial para celebrar cada día. También, como todo en la existencia, este periplo anual no ha sido fácil, para unos duro y para otros muy difícil, por razones de salud o de la economía que, por la maldita inflación y su pésimo manejo, hace menos cotidiano “el pan nuestro de cada día”, y casi un acto heroico llegar a fin de mes con escuálidos salarios que semanalmente enflaquecen más y valen menos mientras casi a diario se engordan los precios de las cosas que siguen costando más y alejándose también.

Como este ejercicio redaccional, aunque a diario nos toca lidiar con algún pendejo, no será para lamentos, destaco que 2022 ha sido histórico, ya que, por primera vez en Honduras con mucho respaldo popular y muchas, probablemente demasiadas expectativas, una mujer asumió la Presidencia de la República, y su familia el control del Gobierno. Los anhelos del honorable público siguen siendo eso al no concretarse satisfacciones a sus problemas, pero prevalece la esperanza que aún el barco puede enderezar su rumbo a puerto seguro.

Además, entre las cosas banales, por fin, el mejor futbolista de la historia, Messi, se “emborrachó” en Catar con otra copa, la más importante y la única que le faltaba.

Igualmente, en esas trivialidades, trascendentes para mí, empecé a escribir mi primer libro mientras mi Génesis André concluyó su cuarto, ascendió de puesto en su trabajo imaginario de aventuras juveniles impresas, además continúa sus estudios de Letras, mantiene sus ventas en Internet y se da tiempo para criar a “Maya”, una pitbull gris, según ella, una belleza. La subjetividad de lo bonito; y a la menor, Arahi, sanita del cuerpo se me está enfermando de la cabeza y junto con su hermana mayor de roqueras se me voltearon al reguetón. Maldito conejo malo.

Con todo eso como preámbulo trivial entre lo azaroso del 2022, y con las vivencias habidas y experiencias aprendidas ni queda más que rescatar lo bueno y positivo para enfrentar el nuevo año con propósitos que provean más satisfacciones.

Así, solo una o dos metas, solo un día a la vez, sugieren los expertos, y que sean específicas y asequibles pueden ayudar a desarrollar confianza y una sensación de orgullo, lo cual mejorará su bienestar y para eso se requiere positividad en la vida.

La sola llegada del 1 de enero no significa que automáticamente hay motivación para comenzar un nuevo hábito, pues solo se cambia a menos que haya una motivación interna.

La psicóloga Sara L. Dolan, propone que al hacer propósitos de año nuevo hay que considerar qué cambios lograr, pero también porqué se quieren hacer, y cuál es el compromiso para alcanzar la meta.

Para que funcionen los propósitos de año nuevo, evita los deseos fantasiosos y concéntrate en metas que se puedan lograr y medir, pues si se establece una meta enorme y poco específica, ¿qué motivación habrá de volver a intentar si se fracasa”, dijo Dolan.

Se trata de mejor pulir las expectativas porque cada pequeño éxito podría llevar a otros mayores.

Igualmente se trata de hacer planes, no propósitos, pues, aunque tener una meta es excelente, es mejor definir cómo lograrlas ya que entre más se subdivide la meta, más fácil será desglosarla en pasos que se concreten en acción y así será más probable que cumplas tus metas si los pasos son detallados, explica Charles Duhigg, autor del libro “El poder del hábito”.

“Muchas veces, cuando se ocurre un plan, se anticipa cuáles serán los obstáculos. Cuando la gente cambia a niveles considerables, es porque anticiparon en qué podrían fracasar y entonces idearon con anticipación una especie de plan de mejoría”.

También es bueno que esa lista de prioridades sea breve y esté escrita porque tener una sola meta y un plan para lograrla es más importante que tener muchas metas vagas, y el escribirlas no solo ayudará a reflexionar más, sino que también hará esas metas más memorables.

Los investigadores descubrieron que es más efectivo estructurar planes en términos de qué se va a hacer y no pensando en qué no se debe hacer, sin hacerse más exigente contigo mismo; proponen además no darse por vencido si no se cumple los propósitos de año nuevo, incluso si no se logra rápido o de la manera planeada, porque lo importante es celebrar que hay un esfuerzo para lograr un cambio positivo.

Finalmente, en un año, como el que está por concluir, es necesario concederse más gracia y perdón, por los yerros y fracasos y el incumplimiento de lo prometido o planeado y así ser más compasivos con nosotros mismos.

Al final de cuentas, el 2022 ha sido un año difícil, así que no hay que presionarse demasiado al intentar cumplir las metas del 2023 que, según estudios, tienen más probabilidades de lograrse durante las épocas que se sienten como un nuevo inicio de vida. Bendiciones y mucha prosperidad en el nuevo año y que en 2023 prevalezca el más escaso de todos los sentidos: el sentido común.

Herbert Rivera C.
[email protected]

Artículo anterior
Artículo siguiente
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: