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domingo, abril 28, 2024

Condicionamiento inhabiliante inconsciente

Estoy cerquita de cumplir los 54 años y toda la vida me la he pasado analizando a los seres humanos que he tenido cerca de mi vida.

También he analizado las relaciones en sus círculos familiares, lo que siempre me ha parecido tan aleccionador sobre la conducta humana; de por qué la gente se comporta como se comporta fuera de la casa, en el transporte público, en la calle, en sus trabajos, en un cine, un estadio, una cafetería, etcétera. Es realmente interesante descubrir cómo la mente humana es, a la vez, que poderosa, tan maleable, dócil y fácil de dominar.

El ser humano que sale a la calle ya va con una estructura mental inhabilitante o habilitante para captar, descifrar e interpretar el mundo. No solo hablamos de ser civilizado y ser educado en la ciudad, sino la capacidad de raciocinio para no volverse un completo imbécil, por ejemplo, caer presa de formas de estafa, fraude, engaños y, también, yendo más lejos, a apoyar a una dictadura.

Tantas cosas que he visto que me llevan a concluir que la labor de estudiar la mente humana, que es el que hace todas las cosas buenas o los relajos en este planeta, no está concluida y que toca a los estudiosos hacer el trabajo de enseñar a la especie a no ser tan maleable, tan estúpida.

Pensando en eso, me he encontrado al final del callejón un condicionamiento que compele al actuar de la gente que, de forma inconsciente, lo llevan a actuar de tal forma o, también, a omitir realizar ciertos actos, que son evidentes, que se empujan solitos a una acción, y que la gente no reacciona, y de tal forma los inhabilitan. Condicionamientos que, como ratas de laboratorio capturadas desde pequeñas, las meten en un laberinto y les enseñan a actuar de esta u otra o tal manera, y lamen aquí, teclean allá, husmean del otro lado, pero no son más que animalitos en un laboratorio. Animalitos insignificantes que solo sirven para eso, para ser utilizados por mentes superiores.

De la misma forma, pero con algunas variantes, los seres humanos son condicionados a actuar de forma inconsciente en ciertas situaciones, muchas de ellas, intrascendentales, aunque molestas, irritantes, hasta estúpidas, pero en otros casos, con una relevancia trascendental para la nación, para el planeta, que compele a estudiarlas.

Yo no tuve la intención con este artículo de dar clases de Psicología, es más, ni siquiera me dio tiempo de revisar literatura al respecto, pero sí puedo decir con firmeza, esa firmeza que da la ignorancia, que hay condicionamientos inhabilitantes y otros habilitantes, y pueden ser ambos conscientes o inconscientes, y hay una gran diferencia entre uno y otro, y una gran diferencia, por cierto, entre los seres humanos que “padecen” de una, y los que “se acomodan” a otra.

Como condicionamiento me refiero a enseñanzas voluntarias o no, costumbristas o malintencionadas, de que la persona realice u omita una acción. Como inhabilitante o habilitante, es que con esas enseñanzas la persona pueda hacer algo o sea incapaz. Y consciente o inconsciente es precisamente a que se den cuenta de esa incapacidad y lo aceptan y se acomodan o lo soportan, o que no racionalizan ese condicionamiento y no entienden que sus acciones u omisiones no tienen nada de racionalidad, sino que son actos reflejos.

Entre ambos condicionamientos hay una gran diferencia, porque si se es inconsciente, es una tara mental que se debe tratar con profesionales, pero sí se conoce y reconoce y aun así se sigue en el error, entonces se es un sinvergüenza, un descarado, un delincuente.

El Condicionamiento Inhabilitante Inconsciente se materializa en los que no pueden levantar un plato, un vaso de la mesa y llevarlo al fregadero, los que botan basura del carro a la calle ensuciando un bien público, los que abusan de una menor porque cuando fueron menores abusaron de ellos, los políticos que son hijos de políticos y las pláticas de sobremesa era de cómo deberían robar cuando lleguen a ser funcionarios públicos, etc.

Toda esa gente necesita tratamiento psicológico o psiquiátrico, pero no los de Condicionamiento Inhabilitante Consciente.

Los que fueron condicionados a actuar de tal forma perniciosa a ellos mismos o a la sociedad, y lo saben y lo consienten y, a pesar de ello, continúan, esos son delincuentes y deben ser atacados, combatidos, encarcelados y no dejarlos salir nunca, porque para ellos no hay cura. Ya están destruidos.

Pandilleros o políticos corruptos hijos de políticos corruptos deben ir a la cárcel y no salir nunca. Ya están dañados de por vida.

Por Carlos Alvarenga, abogado.

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