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sábado, julio 12, 2025

Cómo ser un líder inspirador, sin tener un cargo alto

Estamos en la era de las etiquetas. De los códigos. De los estándares. Basta con entrar a plataformas como LinkedIn y ver los sonados cargos que muchos ostentan. Casi todos CEO de algún emprendimiento. Entusiasta de tal tema, o experto en aquello.

Necesitamos saber que somos, para entonces poder, según nosotros tener claro lo que somos. Esto no es nada nuevo. Tiene mucho que ver con nuestros liderazgos inseguros que necesitan un Status, nombre, o cargo, para poder ejercer influencia sobre otros.

Por eso me encantan los voluntariados. Son la verdadera escuela del Liderazgo. En un voluntariado, donde no hay un pago, o una estructura jerárquica de por medio, allí es donde se ejercita el liderazgo de verdad.

He conocido un sinfín de casos de personas en organizaciones que necesitan saber primero el cargo, para entonces desempeñarse.

Esto también se presta muchas veces a manipulación, pues conozco empresas con más generales que soldados en ellos. Ofrecen puestos, sin pensarlo. Quizás no les dan buena remuneración, pero si brindan un cargo que suena grande.

Ver eso en la presentación llena lo suficiente el ego, como para que el bolsillo no lo note. Donde quiero desafiarlo es ¿Usted cree que necesita un cargo alto para ser influencia? La respuesta es que no. Y lo he vivido por experiencia.

La influencia no necesariamente tiene mucho que ver con un cargo. De hecho, el cargo, sin influencia es un desastre. Conozco muchos líderes que les toca volver a quien les nombró para decirle “No me quieren hacer caso” o bien, le toca hacer una gran barrida de gente, buscando poner personal donde si pueda tener influencia.

¿Cómo gano influencia entonces? Siendo genuino. Tocando corazones. Y teniendo un gran espíritu de servicio. Si usted toma estos valores, le garantizo que puede ser el último de la lista en el cargo, pero será muy tomado en cuenta por sus superiores.

O le pronostico una rápida promoción, pues la gente de influencia, si es positiva, es gente que la que todos desean colaborar. Ser genuino, porque nada rompe más la confianza de las personas, que el hecho de no ser congruente entre o que usted es y lo que dice.

Si usted prometió algo ¡Cúmplalo! Si usted exige algo, sea el primero en cumplirlo. Sepa que toda la gente alrededor suyo tendrá la mirada puesta en sus acciones para ver si aquello que solicita, usted lo está haciendo.

Tocar corazones, esto se tiende a confundir mucho. No se trata de ser como decimos “El alcalde del pueblo” que invito o dejo pasar todo de las personas. Se trata de ser empático cuando toca serlo. Todos tenemos luchas en esta vida.

Todos tenemos éxitos y derrotas. Pero solamente decidimos seguir a las personas que nos demuestran que les importamos más allá de las asignaciones que tenemos. Queremos alguien que celebre en nuestras alegrías, pero que también lamente nuestras derrotas.

Tocar corazones muchas veces tocar ser firme e impopular, pero si las cosas salen bien, la gente no dudará en reconocer que tenía razón en su postura y creerán a futuro sus recomendaciones. Y por último es sea servicial. Liderazgo es servicio.

Y aquí es donde perdemos mucha influencia, cuando las personas se dan cuenta de que buscamos servirnos nosotros de ellos más bien.

El servicio es adelantarse a las necesidades. ¡Conozca la gente! Aprenda a leerlas y esté siempre dispuesto a servirles. Si usted decide ser influencia en donde esté, le garantizo que el cargo es lo último que necesitará, eso sí, le garantizo que llegará. ¡Llegará!

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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