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jueves, abril 18, 2024

¿Cómo parecer más delgado sin dietas ni ejercicios?

La dificultad para perder peso es inversamente proporcional a la facilidad para ganarlo: sencilla ecuación cuasi matemática.

Es decir, si se deja de comer una semana rebajará unas pocas onzas, pero sí se atreve a comer más de dos tajadas de pizza aumentará una libra, sencillo pero complicado.

Lo extraño del caso es que el tamaño y peso de la porción de cualquier platillo siempre es menor a lo que uno aumenta al comerlo, ¿no es cierto?

Por lo tanto, en lugar de costosas e imposibles dietas y sacrificios he desarrollado algunas técnicas especiales para lucir más delgado, las que comparto sin ningún costo ni compromiso.

Algunos trucos, como cambiar las etiquetas de la ropa, son desconocidos por la mayoría de la gente. Veamos cómo se hace y a bajo costo: supongamos que usted es talla 40, nada más fácil que comprar etiquetas con menor numeración -fácilmente obtenibles en línea- y cambiar la de su ropa. (De paso, también se pueden adquirir con marcas de lujo, con lo que se matan dos pájaros con un sencillo toque de aguja e hilo).

Una vez hecho el cambio discreta o indiscretamente, usted deja ver la etiqueta con la nueva medida. Estoy seguro de que sus amigos se negarán a creerlo, pero la evidencia será irrefutable.

Hablando de amigos, esté seguro de que de ahora en adelante todos serán mucho más gordos que usted. Tanto en reuniones amistosas como eventos más grandes, asegúrese de que se tomen muchas fotos, bastantes, todas las que se pueda, en las cuales -obviamente- usted será el más delgado. Además de la divulgación normal, usted podrá escoger las que más le favorezcan, las cuales inmediatamente subirá a la red.

La “leyenda” de su pérdida de peso irá creciendo a cada momento sin que nadie se dé cuenta de la realidad.

Recuerde, si alguno de sus amigos se pone a dieta y empieza a perder peso, descártelo, elimínelo inmediatamente -no necesitamos competencia en el círculo íntimo- y reemplácelo por alguien mucho más gordo que usted.

Otra lección importante de aprender: nunca utilice ropa demasiado ajustada, ese truco ya no engaña a nadie. Es más, dependiendo de su nivel de gordura, a veces le marcará hasta la celulitis.

Es mejor usar ropa holgada, pero no tanto, llega el momento en que chaquetas y pantalones muy sueltos terminan por hacerle ver más gordo.

Fíjese bien a su alrededor y analice lo que visten los gordos, verá que tengo razón.

Desde luego no me refiero a esas personas que sin ningún pudor utilizan piezas separadas, como enaguas, pantalones o shorts y camisetas, dejando ver todas las libras (o kilos para parecer más sofisticado) de sobrepeso que ostentan en sus partes medias. Ellos, real y literalmente, no saben lo que hacen.

Ropa con rayas verticales es una ilusión óptica que siempre funciona, nada más hay que estar seguros de que el resto del grupo no vista igual, de lo contrario parecerán reos de alguna extraña prisión, la única en que todos engordan.

Por cierto, siempre he sostenido que la vieja excusa “engordo por el mal funcionamiento de la tiroides” está muy desacreditada; ¿verdad que en los campos de concentración nazis nadie padecía de ese mal?

Tampoco sucede entre la gente pobre, parece que solo afecta a quienes de lo que sufren es realmente de falta de control en “la glándula tragoides”.

Los trucos en restaurantes son muy importantes de aprender y sencillos de poner en práctica.

Primero que todo aléjese de los “salad bar”! Todo mundo sabe que quienes los visitan frecuentemente son gordos desesperados y no queremos que se nos incluya en esa categoría, ¿cierto?

Lo más conveniente es sentarse discretamente en la mesa y con toda paciencia esperar para ver el menú. Deje que los demás lo hagan primero, usted tiene que verlo muy desinteresadamente, aunque se esté muriendo de hambre y deseando ordenar.

Usted lo hará solo después que el resto del grupo haya pedido; ¿comprende el efecto?

Su orden debe ser pequeña, evitando el postre. La clave de todo consiste en haber comido algo antes, haciendo eso, los llamados del estómago son menos apremiantes.

En cuanto al postre, desde luego que no se lo puede perder, pero cómalo cuando esté a solas, así podrá pedir porciones grandes sin ningún problema… que nadie lo vea ordenando y mucho menos comiendo postre, recuerde que todo esto se trata de parecer, no de ser, como casi todo en la vida.

En otras circunstancias, en cualquier momento, si alguien se atreve siquiera a insinuar que usted ha aumentado de peso (lo cual siempre es una buena posibilidad) debe tener frases de respuesta listas como: “por el contrario, he perdido tres kilos en los últimos diez días y voy por más” o, de una manera más agresiva que sirva para pararlos en seco, puede decir “y a vos qué te importa!”.

Otto Martín Wolf
[email protected]

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