21.5 C
Honduras
miércoles, mayo 8, 2024

Carpie diem y las “perlas” de fin de año

Para quienes la lectura, más que una afición, nos resulta un deleite, cualquier ocasión o lugar es ideal para disfrutar del placer de leer, pero hay temporadas, como la navideña, en la que mentes brillantes y escritores privilegiados redactan textos que resultan verdaderas exquisiteces para los buenos lectores y para la posteridad.

No soy uno de ellos, pero, previo al inicio de un año nuevo, rescato algunos escritos que llamo “perlas” y, aunque algunos no tienen nada que ver con el cristianismo y sus costumbres, sí se relacionan con los mejores deseos para los demás

La historia registra que en el año 8 antes de Cristo, murió el poeta romano Quinto Horacio Flaco, o simplemente “Horacio”; según los entendidos, el más grande poeta lírico de la poesía latina, autor de la frase Carpe diem (aprovecha el día).

Carpe diem es una alocución latina que literalmente significa “vive el día” que quiere decir “aprovecha el momento”, en el sentido de no malgastarlo. “Carpe diem, quam minimum credula postero”: aprovecha el día, no confíes en el mañana.

La frase ¡Carpe diem! se hizo famosa en la película “La Sociedad de los poetas muertos” a raíz del poema del mismo título del gran poeta Walt Whitman: “Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario… No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo; porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.

Somos seres humanos llenos de pasión, la vida es desierto y es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Y tú puedes aportar una estrofa… No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes, huye… Yo emito mi alarido por los tejados de este mundo”, dice el poeta; valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía sobre las pequeñas cosas.

No traiciones tus creencias, todos merecemos ser aceptados. No podemos remar en contra de nosotros mismos, eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades.

Piensa que en ti está el futuro, y asume la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros Poetas Muertos te ayudarán a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros, los Poetas Vivos. ¡No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas!”

Luego, el intelectual brasileño Frei Betto, se despachó también con otras perlas con motivo de un nuevo año… “Feliz año nuevo a los que coleccionan utopías, hacen de las manos arado y, con el propio sudor, riegan las semillas solidarias que cultivan. Feliz año nuevo a todos los infelices, a los que lo son y a los que se creen, ciegos a las infinitas posibilidades de la luz y las rutas.

Sean todos bendecidos por la embriaguez de la divina alegría, abiertos al Dios que los habita y al amor que, como un río cristalino, jamás niega agua a quien se arrodilla, inclínate ante el milagro de la vida y aprende a beber de su propio pozo.  Muchas felicidades a los que llevan en sí la casa del silencio, y por la tarde, ofrecen en sus balcones chocolate caliente edulcorado con sonrisas de sabiduría. Cuando tenemos a alguien que apoyar, orientar, compartir la vida, dividir los dolores, multiplicar las alegrías, disminuir las tristezas y sumar amor, todo a nuestro alrededor pasa a tener más valor…

Feliz año a quien cultiva nidos de pájaros en el alero de la utopía y colecciona en el espíritu las acuarelas del arco iris. Y a todos los que circulan por las vías interiores y no temen las curvas abismales de la oración. Felicidades a todos los que saben volar sin mostrar las alas y abren caminos con sus propios pasos, encandilado por los ecos de profundas nostalgias. Y a los que descifren enigmas sin revelar inconfidencias y desnudos, abrazan epifanías bajo cascadas de magnolias”.

“Deseo felicidad a los hombres que preñan la tierra con semillas de vida. A los niños de todas las edades desventuradas de maldades, Y a todos los que descifran los sonidos de la madrugada y el augurio de prometedoras auroras”.

Finalmente, comparto este texto de la psicóloga argentina Mirta Medici, que sirve para la reflexión y el propósito verdadero de un año nuevo.

“No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno.  Ese es un pensamiento mágico, infantil, utópico. Te deseo que te animes a mirarte y que te ames como eres. Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.

Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables y que hay otras, que, si corres del lugar de la queja, podrás cambiar. Que no te permitas los “no puedo” y que reconozcas los “no quiero”. Te deseo que escuches tu verdad y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro.

Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo. Que aprendas a tolerar las “manchas negras” del otro, porque también tienes las tuyas y eso anula la posibilidad de reclamo. Que no te condenes por equivocarte, no eres todopoderoso. Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.

No te deseo que el (año nuevo) te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir. Que la felicidad sea el camino, no la meta y que tengamos a Cristo Jesús (o en quien creas) como el centro de nuestras decisiones.

Te deseo lo suficiente, vive intenso y sigue adelante con fe, esperanza y un corazón agradecido, que lo mejor está por venir. Bendigo tu vida”.

Así pues: ¡Carpie diem! o ¡Feliz día! y que el 2024 sea un mejor año.

Artículo anterior
Artículo siguiente
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: