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domingo, mayo 5, 2024

¡BOMBAZO!: Por qué los ¡última hora!, nos tienen con los nervios de punta

Sin duda, el sensacionalismo para conseguir usuarios, jamás va a reemplazar el periodismo de buena calidad, que tiene como meta buscar hechos de interés público para informarlos. Sin embargo, no cabe duda que estamos a merced de la tiranía del clic.

Hace pocos días, leía en un informativo local la nota que decía “¡Bombazo! ¡Tal jugador no estará en el juego de la selección contra México!” ¿En serio es ese un “Bombazo”? Recuerdo también durante la recién pasada pandemia que, por mi propia salud mental, dejé de ver noticieros en algunos canales pues salía una alarma que decía: “¡Última hora, última hora!”, me preocupaba mucho más esperando la información hasta ver que se trataba de un cambio de horario en alguna institución del gobierno.

En serio, ¿necesitamos eso? Como mencioné, tuve que limitar mis acercamientos a noticias, para balancear mi necesidad de informarme y mantener mi salud mental durante la pandemia. Pero algo podemos sacar a luz de todo esto. Este nivel de estrés tiene a todos con los nervios de punta.

Vivimos de bombazo en bombazo, de alarma en alarma y de última hora a cada rato. ¿La razón? Nos gusta. Así como la publicidad cada día se va acercando más al entretenimiento, lo mismo va sucediendo paso a paso con la información. Nos encanta el morbo, no informarnos.

Todo aquello, aderezado con estos términos, nos resulta interesante hasta el momento que leemos la noticia y vemos que no era relevante. Ya lo dijo el famoso publicista español Luis Bassat: somos esclavos de los titulares para poder llamar la atención.

Y los únicos que tenemos el remedio vamos a ser nosotros mismos, leyendo más, y no cayendo en los anzuelos de titulares, sino que buscar informarnos de manera más objetiva. Si usted cuida su salud mental, debe hacerlo. Y mi sugerencia para comenzar a desarrollar el hábito de lectura es casi como ir paso a paso.

En lo personal me ocurrió. Leía muchas historietas, pero me aburrían los grandes libros que no tenían imágenes. Todo porque no me esforzaba en concentrarme un poco y despertar mi imaginación a lo que estaba leyendo. Lo primero que le recomiendo es busque literatura que sea de su agrado. Temas que sean de su interés.

Lo otro comiéncelo con lecturas cortas o donde haya corte por capítulos. Lea, lea. Le prometo que hay historias mucho más interesantes, sobre descubrimientos, la naturaleza, sobre cómo cultivar su ser interior o bien sobre la sabiduría aplicada, es decir, cosas que son provechosas en su vida.

Esto, porque le aseguro que siempre habrá chisme caliente, crisis, caos, de todo para poder atraer su lectura.  Lo mismo pasa en vídeo, pero lo llamamos TikTok. Invertimos tiempo y no pasa nada después.

Ser selectivo hasta en lo que leemos, vemos y hasta escuchamos influye mucho en lo que somos, ya que son las ventanas a nuestro interior. Y le garantizo algo, cuando usted hable, saldrá aquello que usted ha cultivado en su interior.

Cuando vea titulares como ¡lo hizo de nuevo! O ¡no soportó más! Sepa que son un anzuelo para su atención. ¡Caiga bajo su propia voluntad!, pero en lo personal decido dejar de prestar atención porque sé que lo que no le será nada relevante.

Seguro al aprender a no caer ante estos rimbombantes titulares, al no darles nuestra atención, seguramente el contenido informativo mejore y allí sí, podamos ser objetivos con el contenido y separar el entretenimiento y la información. ¡Aclaro! Me encanta el entretenimiento. Pero cada cosa en su lugar.

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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