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Honduras
lunes, mayo 6, 2024

Urgentes y necesarias medidas de recuperación

Si se apartan los hábitos, prácticas o costumbres perniciosas que constituyen un evidente desgaste e institucional, se puede conseguir a mediano o corto plazo un cambio radical que frena y tranquiliza todo un conglomerado nacional, dentro de un país donde los funcionarios y empleados ejercen su autoridad sin ninguna clase de limitaciones o severas restricciones, mismas estas que impiden su desarrollo, seguro y paulatino y que, por ende, no admite comparaciones por su ejemplar convencimiento y acción hacia nuevos estadios de alta consideración y estima.

Las templadas medidas de probidad son infinitas debido a la influencia refrescante y paliativa que mueve la maquinaria de la administración oficial y privada, que hacen descansar los reclamos justos o exigencias de consideración equitativa de alta consideración de la colectividad, presente, contemporánea y moderna en mayor cantidad en las zonas rurales o de mayor desarrollo económico relativo.
El cumplimiento o cristalización de cualquier campaña se justifica y demuestra con la dimensión y gran cantidad de servicios puestos para la debida y especial asistencia de la colectividad, no obstante, las vicisitudes, sucesos o esfuerzos que se afronten. Es claro que la inteligencia humana, unida con la capacidad y desinterés de los funcionarios o empleados del Estado, establece un valioso testimonio en programas de desarrollo económico, educativo, social, de salud y de otras ramas de similar naturaleza, que señala la buena voluntad y comprensión en la solución de los grandes problemas nacionales. Es indiscutible que la responsabilidad comprensión y buena energía y atrevimiento son factores que estimulan las consientes compromisos de las personas que tienen el privilegio de dirigir los destinos de un país. Hay que tener plena conciencia de los auténticos deberes y legitimas responsabilidades o encargos hacia el pueblo hondureño, tomando en consideración la madurez cívica relevante aparejada de una moderada prudencia, que se deben mantener firmes y dominantes, siempre dentro de los postulados democráticos, señalados y notables en la Constitución de la República y demás leyes, estatutos y ordenanzas en vigor.

La desorganización política que consiguieran probablemente alcanzarse, son una demostración de falta de habilidad y de ineficacia con que actúan ciertos sujetos que dirigen los programas de gobierno, y que, por consiguiente, sostienen la plataforma en que se asientan los marcos legales de los partidos políticos, considerados como instituciones de derecho público.

Es por tales consideraciones y algunas otras de menor incidencia, que dentro de un ambiente de amplias libertades se robustece y consolida, mediante un espíritu de amplia concordia y tolerancia unida de manera inevitablemente con acciones que garantizan, el libre juego donde se desenvuelven las diferentes acciones de carácter institucional y corporativo.

En resumen, las medidas urgentes y necesarias de recuperación, son un baluarte contra la corrupción, el nepotismo, el abuso, la injusticia, la tiranía y la opresión, que impiden el desarrollo de los pueblos, el florecimiento de la capacidad y honestidad de algunos ciudadanos, sin el apadrinamiento político, para el logro de una verdadera prosperidad o bienestar general sin limitaciones o condiciones ideológicas.

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