San Pedro Sula. La Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol, mejor conocida como la Catedral de San Pedro Sula, es uno de los íconos arquitectónicos y espirituales más emblemáticos de la ciudad.
Esta imponente iglesia, cuya construcción se extendió entre 1949 y 1970, no solo se destaca por su arquitectura clásica, sino también por el sonido de su histórica campana, que continúa marcando el ritmo de la vida cotidiana de los sampedranos.
Historia y construcción
El proyecto para erigir la catedral comenzó en 1949, y su culminación en 1970 dio a la ciudad uno de sus monumentos más representativos.
La catedral se encuentra ubicada en pleno centro de San Pedro Sula, convirtiéndose en un punto de referencia tanto para los residentes como para los turistas.
Su estilo arquitectónico refleja un diseño tradicional, con vitrales y detalles que evocan un profundo sentido de reverencia y espiritualidad.
Ritmo de misas y ceremonias
La Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol ofrece un espacio para la reflexión y la fe con misas que se celebran de lunes a sábado, desde las 6:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, y los domingos desde las 5:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche.
Esta programación continua permite que tanto fieles locales como visitantes puedan participar en los servicios religiosos a lo largo de la semana.
Un punto de encuentro para miles de fieles
Según José Ochoa, coordinador de la Pastoral de Medios de Comunicación de la iglesia, la catedral recibe a aproximadamente 150 mil personas al año.
Este número incluye tanto a los sampedranos como a los extranjeros que asisten a las misas, especialmente los domingos, cuando la afluencia es mayor.
Esta cifra resalta la importancia de la catedral como un centro de fe y comunidad para la ciudad.
La campana, un legado que perdura
Una de las características más entrañables de la catedral es su campana, que desde su instalación ha acompañado el día a día de los sampedranos, anunciando la hora y convocando a los fieles a las ceremonias religiosas.
Su sonido, distintivo y familiar, ha llegado a simbolizar la continuidad de la tradición y la fe en San Pedro Sula.
Un espacio de historia, fe y cultura
Más allá de ser un lugar de culto, la Catedral de San Pedro Sula es un espacio de encuentro cultural y espiritual que ha visto pasar generaciones de sampedranos.
Además de las misas, el templo acoge eventos comunitarios, bodas, bautizos y otras celebraciones religiosas que forman parte del tejido social de la ciudad.
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Para quienes visitan San Pedro Sula, la catedral es un destino obligado que no solo permite un momento de introspección, sino también una oportunidad para admirar una joya arquitectónica que ha resistido el paso del tiempo.
Misma que se mantiene como un pilar de la comunidad y un testimonio vivo de la fe católica en la región.
La Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol es, sin duda, un orgullo para San Pedro Sula, consolidándose como un símbolo de la devoción y la identidad de sus habitantes.