Tapando el sol

Mire, me dijo el doctor en el pasillo, me centraré en lo que conozco en lo que viví a diario aquí donde anda usted buscando sus remedios, aunque estoy seguro que en otros campos estamos igual. Decía mi abuela que no hay peor ciego que el que no quiere ver, lamentablemente las autoridades de turno, no han hecho nada por mejorar la situación, es más, la tendencia son las carencias, se ven más y más cada día, los materiales faltan y la logística empeora, casi no hay personal, y el que hay está descontento y frustrado. No es que los gobiernos pasados sean mejores, todo lo contrario, pero pareciera que el actual está más centrado en buscar culpables que aceptar retos. Es casi imposible obviar eso, pareciera que la agenda actual es ser pasivo y tratar de agradar otros intereses y no los del pueblo. Sepan los militantes del partido oficialista, pero eso es la idea. Si nos centramos en la noticia esa, en la cual traerán médicos foráneos para atender a los jubilados en los hospitales, que espero en Dios sea falsa, en inconcebible e incongruente con la realidad nuestra que se traigan colegas extranjeros habiendo aquí muchos desempleados o con necesidades extremas, por eso les digo que, si es cierto, están errados en su totalidad. El interés primordial del Gobierno, les recuerdo a ellos, son empleados nuestros, es el pueblo de Honduras, no de otros países, no importa la ideología que tengan sea rojo, azul, amarillo, verde, amigos del oso o del águila o incluso del dragón. Eso se debería de entender y ser lo primero a pensar y hacer al llegar al poder. En salud, por ejemplo, casi no hay materiales y eso no se puede negar, es como querer tapar el sol con un dedo y hacer como que no existiera, se les olvida que esos fallos son tan reales como el hambre que hay o como el paciente que sufre, por no tener atención adecuada por las carencias o por no tener la cita por no haber médico o su enfermedad que progresa por no tener medicamentos. Es lamentable que el pueblo nuestro y propio, sufra y sufra, mientras se buscan decisiones que ayuden a extraños, el pueblo no entiende de partidismos o de políticas, solo entiende que no se le atiende y que se siente olvidado. Eso se corrige trabajando y legislando para el pueblo de esta tierra, corrigiendo los fallos hartos conocidos por todos, no debemos de ser estadistas o politólogos para conocerlos, hasta el más humilde paisano los conoce o, peor aún, los vive, eso debemos hacer, fíjese, no tapar el sol con un dedo y ponerse a ver para otro lado.