El cambio climático ya no es un problema para futuras generaciones: está aquí y estamos empezando a observar sus claros efectos con nuestros propios ojos.
Tormentas más intensas, olas de calor más fuertes, derretimiento de los glaciales y cambios en los ecosistemas son algunos de ellos.
Pero, por desgracia, el cambio climático no altera únicamente el bienestar de los ecosistemas y las especies salvajes que los habitan, sino que también presenta diversos efectos en la salud humana. Aquí te presentamos unos cuantos, listados por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades o CDC (Centers for Disease Control and Prevention).
POLUCIÓN Y SALUD HUMANA
El cambio climático se traduce, en parte, en un aumento de ozono a nivel del suelo. Este es un agente de polución secundario, ya que se forma a partir de otros dos gases. Es uno de los componentes principales del smog o niebla tóxica, conocida por muchos.
Este fenómeno, a largo plazo, afecta a la salud de diversas formas:
Un mayor número de ingresos hospitalarios de pacientes con asma. Genera una disminución de la capacidad pulmonar.
Incluso puede llegar a ser la causa de muertes prematuras.
Algunos de los factores que promueven la formación de ozono al nivel del suelo son el calor, alta concentración de aerosoles químicos y las emisiones de metano. Algunos estudios estiman que, si no se toman medidas con respecto a la polución, se producirán de 1 000 a 4 300 muertes prematuras por esta causa antes del año 2050.
AUMENTO DE ENFERMEDADES POR VECTORES
Los vectores animales son aquellos seres vivos capaces de
transmitir una enfermedad al ser humano al entrar en contacto con él. Nos vienen rápidamente a la mente mosquitos, moscas, garrapatas y otros insectos.
Debido al cambio climático y a la expansión irreversible del ser humano en terrenos naturales, se producen variaciones en las dinámicas biológicas normales de estos vectores. Esto puede tener diversos efectos:
Los patógenos pueden conquistar nuevos nichos por un ambiente modificado más propicio para ellos, aumentando su rango geográfico.
Puede aumentar la incidencia en ciertas poblaciones nuevas, ya que estas están menos preparadas, no presentan vacunas tan eficaces o no han desarrollado inmunidad.
Una mayor infestación podría traducirse en una mejor capacidad evolutiva y adaptativa del patógeno.
EL EFECTO NEGATIVO DE LAS TEMPERATURAS EXTREMAS
Las temperaturas extremas son uno de los efectos más claros del cambio climático, junto a otros muchos.
Todos conocemos los efectos negativos de las olas de calor en la población, sobre todo en los grupos de riesgo. Las olas de calor también causan un aumento en el número de ingresos de personas con problemas cardiovasculares y respiratorios, entre otros.
OTROS EFECTOS
El aumento de temperaturas producido por el cambio climático puede producir un desequilibrio en las épocas de floración de las distintas especies vegetales.
El propio incremento del CO2, por distintas razones, puede desembocar en una intensificación de la producción de polen. Esto, combinado con el punto anterior, puede causar un aumento de alergias en la población general.
Variaciones en las temperaturas, tanto del agua como del aire, así como episodios de inundaciones o lluvias extremas, pueden promover la contaminación de las aguas potables, sobre todo en países subdesarrollados. Esto se traduce en un incremento de enfermedades bacterianas y diarreas severas.
El aumento de incendios forestales también es un grave problema, no solo para los ecosistemas, sino para la salud humana, por su peligrosidad y porque generan una elevada concentración de partículas nocivas en el aire.
Eso sí: aún estamos a tiempo de actuar. Con una serie de sencillos pasos y concesiones podemos convertir el mundo en un lugar más habitable para nosotros y para las futuras generaciones. Mejor con Salud
