San Pedro Sula. Ante la intensa ola de calor que afecta principalmente a la zona norte de Honduras y otras regiones del país, la Secretaría de Educación anunció una serie de medidas preventivas para salvaguardar la salud de los estudiantes.
Aunque no se han modificado los horarios escolares, se ordenó la suspensión temporal de todas las actividades físicas al aire libre, incluyendo las clases de educación física, recreos prolongados y eventos deportivos en centros educativos públicos y privados.
El titular de Educación, Daniel Sponda, detalló que la decisión forma parte de un plan de contingencia frente a las altas temperaturas que podrían representar un riesgo para la integridad de los niños y jóvenes.
“Exponerlos al sol en estas condiciones extremas puede provocar golpes de calor, deshidratación e incluso poner en peligro su vida”, advirtió el funcionario.
Como parte de las estrategias de mitigación, se pidió a los docentes y directores adoptar medidas adaptativas dentro de las aulas, como limitar actividades extenuantes, asegurar una buena ventilación y fomentar pausas frecuentes para la hidratación.
En lo posible, también se recomienda trasladar cualquier actividad física ligera a espacios cerrados, techados o con sombra.
La Secretaría de Educación hizo además un llamado a los padres de familia para que colaboren enviando a sus hijos con suficiente agua en sus mochilas y evitando bebidas que no contribuyan a una hidratación adecuada.
Las medidas estarán vigentes hasta nuevo aviso y cualquier cambio será comunicado en coordinación con la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
El ministro Sponda reiteró el compromiso de proteger la salud de la comunidad estudiantil frente a esta emergencia climática.