Recientemente, tuvimos el privilegio de participar en un panel en el marco de un foro de negocios organizado por la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés. El tema principal de discusión se centró en la transición generacional en las empresas familiares. Fue una experiencia enriquecedora donde compartimos perspectivas con jóvenes y talentosos empresarios, quienes compartieron sus experiencias, desafíos y satisfacciones al afrontar ese proceso, especialmente delicado en las compañías de naturaleza familiar. Como abogados, nuestro enfoque se centró principalmente en los aspectos organizacionales y las lecciones aprendidas al asesorar a empresas en buenas prácticas de gobierno corporativo. Fue gratificante poder aportar nuestros conocimientos y contribuir a la conversación sobre la importancia de una transición exitosa y una gobernanza efectiva en el contexto de las empresas familiares.
Uno de los tópicos que quedó pendiente de comentar, debido a limitaciones de tiempo, y que nos resulta especialmente interesante es el legado de los fundadores y cómo puede ser tanto una ventaja como un obstáculo para el crecimiento de la organización. En las empresas familiares, las transiciones generacionales a menudo se encuentran con narrativas contrapuestas: tradición versus innovación, continuidad versus cambio, o expansión versus sostenibilidad. De hecho, cuando las generaciones anteriores elaboran planes de sucesión o establecen complejas restricciones a través de fideicomisos, acuerdos de accionistas o reformas estatutarias, están construyendo una historia que se fundamenta en los valores y las lecciones de vida que les ayudaron a alcanzar el éxito y que esperan que sus hijos sigan. Sin embargo, las generaciones más jóvenes a menudo deben adaptar esa narrativa a sus propios objetivos y valores, en conjunto con el mundo en constante cambio que les rodea.
No conciliar esas narrativas conflictivas puede tener graves consecuencias para un negocio familiar y puede terminar causando que se pierda un valioso legado. Para evitar este desenlace, las familias deben adoptar un enfoque diferente al abordar las historias que cuentan y crear una narrativa familiar compartida que garantice la continuidad y el éxito a lo largo de las generaciones. Existen diversas estrategias que los líderes de la próxima generación pueden seguir para construir sobre el legado familiar mientras forjan su propio camino. Una de estas consiste en buscar modelos a seguir dentro de la historia familiar. Al encontrar ejemplos en el pasado de la familia, se puede legitimar la búsqueda de nuevos emprendimientos y obtener inspiración para ideas innovadoras.
Estos modelos pueden basarse en figuras destacadas del pasado familiar que hayan demostrado habilidades empresariales excepcionales o hayan dejado un impacto significativo en la comunidad de negocios. Al estudiar y comprender estas historias de éxito, los líderes de la próxima generación pueden aprender valiosas lecciones y aprovechar la experiencia previa para construir sobre el legado familiar. Esto no solo brinda una base sólida, sino que también permite a los nuevos líderes sentirse conectados con la tradición familiar y les da confianza para explorar nuevas oportunidades, fomentando una mayor cohesión entre las generaciones y sentando las bases para una colaboración armoniosa.
Todo esto puede contribuir a la creación de una identidad familiar compartida y a la construcción de relatos coherentes que unifiquen los objetivos y valores de todas las generaciones involucradas en el negocio familiar. Existen diversas estrategias adicionales para impulsar la transformación, tales como desarrollar una identidad más allá del papel del fundador-emprendedor, indagar en las experiencias de los antepasados, o afrontar los escándalos o errores previos. Todas estas acciones tienen el potencial de fomentar la motivación necesaria para el cambio.
El legado familiar debe ser mucho más que un simple monólogo y pasar a convertirse en un diálogo sincero y amplio, en una historia colectiva que pertenece a toda la familia. Al adoptar esta perspectiva, las familias empoderan a las nuevas generaciones para que utilicen esa rica historia para construir su propio destino, encontrando fortaleza e inspiración en las experiencias de sus mayores. De esta manera, el legado se transforma en una auténtica bendición en lugar de ser percibido como una carga, permitiendo que las familias conserven tanto la riqueza como el propósito a largo plazo. Además, al asegurar la continuidad de la empresa, el legado familiar se convierte en el cimiento sobre el cual se construye un futuro sólido y próspero, garantizando la preservación de los valores y el patrimonio de la familia.
