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Honduras
domingo, mayo 5, 2024

PROVOCACIONES INNECESARIAS

En el enjambre político que estamos viviendo, no solo mantiene preocupada a la mayoría del pueblo  y la sociedad en general; organismos internacionales, cuerpo diplomático, iglesias, medios de comunicación   nacionales y extranjeros, juventud, maestros, padres de familia, etc., en los cuales el nombre de Honduras aparece no por buenas noticias, sino por hechos políticos que el actual Ejecutivo, juramentado por parte de una jueza que hoy ha sido destituida de su cargo, y por un Congreso Nacional y una directiva  electa entre puntapiés y empujes a la autoridad que legalmente debería de juramentarlos, esto da pie para recordar el adagio a  que dice “el que mal empieza, mal acaba”.

El Ejecutivo comenzó recetándose un fondo millonario para uso exclusivo de sus gastos personales, seguridad, alimentación, viajes, etc. Y lo está aprovechando muy bien, viajando por países que nunca hubiera soñado y sus discursos han sido tan repetitivos que concluyen con la expresión: ¡Somos resistencia!  Si tuviera tiempo para revisar el cuerpo de ejecutivos que le acompañan, encontraría respuestas al reclamo general que la ejecución de obras y presupuesto, dejan mucho que desear.

En el Congreso comenzaron como si hubieran llevado un listado preparado para derogar leyes, como la de secretos, la famosa de la admitía, la aprobación a rajatabla de la admisión de leyes que comprometen a la nación en posiciones políticas y financieras de largo alcance y repercusión, lo último es convocar a una marcha en los próximos días para impulsar, según dicen, la elección del fiscal como es la intromisión de un poder dentro de otro, y provoca hasta el extremo la dignidad de los diputados hombres y mujeres.

La Suprema Corte tiene que observar más cuidadosa con la destitución de jueces y magistradas de gran trayectoria en el ambiente judicial, debe garantizar la seguridad jurídica, tan puesta en duda por muchos

Los entendidos en la materia comentan que todo gira a generar una serie de provocaciones, para lograr cambios radicales en la vida institucional de Honduras, a los que la mayoría del pueblo no está de acuerdo. Pueden engañar a los incautos, haciéndose los que defienden la Constitución, cuando es todo lo contrario. Nadie está pensando en un golpe de Estado por más que lo estén provocando. ¿Lo entienden, Honorables?

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