Cada año representa una nueva oportunidad para alcanzar objetivos, trazar nuevas metas y lograr aquello que nos proponemos. Constantemente surgen predicciones globales sobre el contexto político, económico y social.
Sin ánimo de ser negativos, pero con la visión de comprender nuestro planeta, resulta interesante y oportuno analizar cómo se están desarrollando algunas de estas predicciones.
No me refiero a las profecias de Nostradamus, el famoso astrólogo francés que siempre genera especulación con sus escritos.
En esta ocasión, me enfocaré en lo que nos dice la prestigiosa revista The Economist, fundada en 1843 por el banquero y empresario escoces James Wilson.
Actualmente, los principales accionistas son una familia italiana, los Agnelli, hay otros socios como las familias Cadbuty, Layton, Rothschild y Schroder.
La portada de fin de año para The World Ahead 2025 muestra códigos binarios, quizás haciendo alusión al gran auge de la inteligencia artificial y se puede observar el hongo nuclear, un aviso al gran peligro que representa el accionar de las grandes potencias que amenazan con utilizar armas nucleares de ser necesario.
Están representadas figuras públicas globales como el presidente de Rusia, Putin; el nuevo presidente de los Estados Unidos, Trump, quien aparece al centro de la imagen, destacando así su gran relevancia y hasta cierto punto el balance en un mundo que cada vez se aproxima más al autoritarismo.
Está representada Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea; el presidente de China, Xi Jinping, también aparece el presidente de Ucrania, Zelensky, símbolo de la resistencia ucraniana ante la invasión rusa.
En la carta del editor de The World Ahead 2025, Tom Standage, expone diez puntos principales de lo que podría depararnos en el año 2025 y levantan banderas rojas para evitar que nos tome por sorpresa.
Standage hace referencia “al gato de Schrödinger, que (en un experimento mental cuántico) estaba vivo y muerto al mismo tiempo dentro de una caja cerrada, 2025 ha oscilado en una superposición de dos estados muy diferentes, definidos por el resultado de las elecciones en Estados Unidos. Ahora que se han abierto las urnas, el mundo sabe qué versión de 2025 esperar: aquella en la que Donald Trump regresa a la Casa Blanca.”
Estos son los diez puntos en el que hace hincapié: Primero, la elección de Estados Unidos. Enfatiza en la política de Trump de “América Primero”. Segundo, los votantes esperan cambios. En referencia no solo a lo que pasó en los Estados Unidos, sino lo que, ocurriendo en el resto del mundo, donde los ciudadanos quieren hacer valer su voto.
El tercer punto merece ser presentando de manera literal: Desorden ampliado. “Trump podría presionar a Ucrania para llegar a un acuerdo con Rusia y dar a Israel libertad total en sus conflictos en Gaza y Líbano. La postura más transaccional de Estados Unidos y su escepticismo hacia los com promisos exteriores alentará a China, Rusia, Irán y Corea del Norte (el “cuarteto del caos”) a causar problemas, y a otros poderes regionales a intervenir, como en Sudán. Sin embargo, no está claro si Estados Unidos enfrentaría a China en un conflicto sobre Taiwán o en el Mar de China Meridional”.
Punto cuatro. Perspectivas arancelarias. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gigante asiático cada vez busca más aliados globales.
Algo que parece muy positivo para el planeta es el punto número cinco, liderado por el gobierno chino. El auge de la tecnología limpia.
“La exportación de paneles solares, baterías y vehículos eléctricos para compensar una economía doméstica débil.”
Punto seis. Después de la inflación. “Las economías occidentales enfrentan un nuevo desafío: reducir déficits, aumentando impuestos, recortando gastos o impulsando el crecimiento. Muchos también tendrán que aumentar presupuestos de defensa.”
Punto siete. Preguntas de siempre. Estamos ante un mundo envejecido. “Estados Unidos acaba de elegir a su presidente electo de mayor edad. Los líderes mundiales están envejeciendo, al igual que sus poblaciones.”
Punto ocho. Hora decisiva para la IA. Se ha invertido billones, sin embargo, la tasa de adopción en las empresas no es tan alta, es un desafío para sus desarrolladores. Punto nueve. El problema de viajes.
Esto puede tener repercusiones en el turismo, especialmente en Europa, ya que hay más restricciones debido al “sobre-turismo”.
El punto diez, está abierto. Vida de Sorpresas. Hace referencia a qué cualquier cosa improbable podría ocurrir en el 2025, así como sucedió en el 2024 con “walkie-talkies” que explotaron y menciona algo muy intrigante, posibles “tormenta solar devastadora” hasta “el descubrimiento de textos antiguos perdidos e incluso otra pandemia global.”
Las predicciones para el año 2025 que plantea The Economist muestran un mundo lleno riesgos y oportunidades. Un actor importante es todo esto es el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, por el impacto que tendrá en la política global.
La expansión de la inteligencia artificial y las tecnologías limpias, hasta el envejecimiento poblacional, los retos económicos y el peligro eminente del uso de armas nucleares, son una clara muestra de un mundo lleno de incertidumbre.
Honduras y otros países en desarrollo no deben ser simples espectadores y vivir las consecuencias. Sus gobiernos tienen el deber de conocer y aprender de estas tendencias globales para implementar estrategias que fortalezcan su posición económica, ambiental, tecnológica y social.
El año 2025 debe enfrentarse de manera responsable y dejar de inculpar a otros por la falta de estrategia y planificación de nuestro país. Es preferible estar preparado para lo peor, pero siempre esperando tiempo mejores.
Mis buenos deseos para cada uno de ustedes, que se toman el tiempo para leer estas reflexiones. ¡Feliz y próspero año 2025!