19.3 C
Honduras
lunes, mayo 6, 2024

Portentosa metamorfosis de formalizada diligencia

Una natural y emblemática independencia, desprovista de imitaciones artificiosas, presenta el sentido de  una realidad viviente en nuestro querido país Honduras, desprovista de cuestiones convencionales y amaneradas formas que impiden la presentación de obras, trabajos y operaciones desinteresadas dentro de la hermosa y fulgurante ingenio de ciertos funcionarios, empleados y asesores que son la expresión de genialidad, belleza  y hermosura de los parajes duraderos en lo extenso, amplio   y largo de los inefables y variadas  porciones de inquebrantable preciosidad de nuestro  territorio.

Hay un hecho importante que no se puede descartar, los pueblos de nuestra Nación no pueden vivir aislados, solitarios o desiertos, al envés o inverso la relación o contacto, tiene como probable resultado una forma eficiente, de legitimo fortalecimiento en la lucha incansable por mejorar las condiciones de vida para la población, consiguiendo y alcanzando mejores signos en el comercio exterior, mayores oportunidades de trabajo, obtención un trato justo y de confianza en los innumerables y numerosos problemas que afronta el mundo actual.

Una política convincente, decisiva y firme, eleva la escala de inferioridad y dependencia, manteniendo un desarrollo y crecimiento apropiado, humedecido de certificada superación, sin compromisos de ninguna naturaleza, que hagan posible la superación, ampliado los mercados externos con cuotas o cupos superiores, que conciban permisible un adecuado empleo para los hondureños en la oportunidad solicitada o requerida, con mayor producción y productividad, teniendo y disfrutando de mayores fuerzas de desarrollo económico, social, cultural, educativo, de salud, con medicamentos y otras situaciones de similar ambiente, por la finalidad de un equivalente inequívoco, expresivo y categórico para disminuir de manera sustancial o fundamental los estados de compraventa o comercialización  internacional. En tal orden de pensamientos, las cuotas de remesa o expedición de café, carne, azúcar, granos básicos y otras mercancías o abarrotes, tienden probablemente a rebajar constantemente, siendo las perspectivas o representaciones de ventaja confortadoras, no obstante, los esfuerzos que hacen los opositores y determinados abarcadores frenados en sus desmedidas ambiciones. Las vías de progreso alentadoras en el sector productivo, con ayudas esenciales de dinero para la diversificación de los cultivos, y, por consiguiente, surge un progreso de sus servicios o mercados variados.

Sin lugar a dudas, hay que prestar cuidadosa vigilancia, pues la gestión oficial o gubernativa tiene que estar encaminada por senderos o caminos que revisen o vigilen las cantidades asignadas en el reparto internacional, con la finalidad de reconocer para nuestro amado país una situación peculiar o particular de gran beneficio colectivo y estable sentido de la realidad viviente o contexto general. Los convenios o acuerdos con otras naciones tienen que ser objeto de un objetivo noble y de mejor logro. De tal manera, se forma y se aviva una mayor producción con sacrificio, teniendo relaciones con las comunidades del universo, animando la colaboración mutua o reciproca y se obtienen nuevos mercados que forjen la ampliación de la venta de los productos y una cordial y decente declaración sin restricciones.

La Constitución de la Republica dice: “La inversión extranjera será autorizada, registrada y supervisada por el Estado. Será complementaria y jamás sustitutiva de la inversión nacional. Los rostros de la inversión foránea tienen dos semblantes uno de carácter amable que tiende a desarrollar nuevas industrias, y otro desagradable, cuando los inversionistas pretenden tener un monopolio y se reparten las ganancias o dividendos sin beneficio para el pueblo.

La portentosa metamorfosis o cambio elemental de formalizada diligencia o actividad, construye la Patria con nuevos brillos de gran extensión o envergadura, sin compromisos o ataduras de ningún entorno de manifiesta dependienta.

Abogado y Notario Ernesto Alvarado Reina.

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: