Un hombre alemán de 60 años sin rastros de VIH en su cuerpo fue el séptimo con mayor probabilidad de curarse del virus después de un trasplante.
Esta información se dio a conocer después de un estudio publicado realizado el jueves antes de la 25ª Conferencia Internacional sobre Trasplante de Médula Ósea.
El hombre, que prefirió permanecer en el anonimato, recibió el apodo de “nuevo paciente de Berlín”, en honor al primer “paciente de Berlín”, Timothy Ray Brown, que fue el primero en declararse libre de VIH en 2008 y murió de cáncer en una carta. 2020.
Un hombre de 60 años diagnosticado con VIH en 2009 se sometió a un trasplante de médula ósea en 2015 para tratar la leucemia y pudo suspender la terapia antirretroviral a finales de 2018.
Casi seis años después, no se ha detectado ninguna carga viral, según los investigadores que presentarán su trabajo la próxima semana en Múnich.
Aunque no se puede estar “absolutamente seguro” de que se hayan eliminado todos los rastros del virus, “el caso de este paciente es muy sugestivo”, explicó a la AFP Christian Gebler, médico del hospital Charité de Berlín, que trata al paciente.
Sharon Levine, presidenta de la Sociedad Internacional del SIDA, dijo en una conferencia de prensa que después de más de cinco años en remisión, Alemania está “cerca” de ser considerada curada.
Señaló que su caso es diferente a otras remisiones a largo plazo.
Todos los pacientes menos uno, recibieron células madre de donantes de médula ósea con una rara mutación en el gen CCR5, que ayuda a bloquear la entrada del VIH a las células.
Los donantes en los casos anteriores eran personas que heredaron dos copias del gen mutado, una de cada padre, lo que los hacía “prácticamente inmunes” al VIH.
El nuevo paciente en Berlín será el primero en recibir células madre de un donante que heredó sólo una copia, una configuración mucho más común que genera esperanzas de que se encuentren múltiples donantes potenciales.
El “paciente de Ginebra”, identificado en 2023, es otra excepción porque recibió un trasplante de un donante que no tenía esta mutación genética.
Menos del 1% de la población porta esta mutación protectora del VIH, por lo que es raro que esta mutación ocurra en un donante de médula ósea compatible.