Preocupante es ver tanta gente estresada, molesta, triste y a disgusto, por las calles. Alguien podría decir que es algo normal en un ambiente tan adverso como el nuestro, donde se respira a diario inestabilidad política y económica, falta de oportunidades, escasez de las cosas más elementales, un clima inclemente y una larga fila de etcéteras. Pero no, al contrario de lo que podría pensarse, este es un malestar generalizado, no específico de una nación. La inestabilidad ya es algo propio de prácticamente todos los países latinoamericanos al igual que la falta de oportunidades. El semblante de insatisfacción en las personas se extiende a cada vez más lugares y pues el cambio climático ya no le es ajeno a nadie. En otras palabras, estamos mal.
La buena noticia es que absolutamente todos disponemos de recursos que nos ayudan a sobrellevar toda esta adversidad y más, la mala noticia es que no todos están enterados de poseerlos.
Siendo tan diferentes cada uno de nosotros, estas herramientas de apoyo van a variar de una persona a otra, difícilmente se va a tratar de las mismas para todos. Por ejemplo:
Algunos utilizan su trabajo (aquellos que aman lo que hacen) para “escapar” un poco de lo abrumador que puede resultar ser a veces el mundo.
Otros encuentran en sus libros una manera de alejarse del bullicio, adentrándose en otros universos que encuentran mucho más agradables.
Hay quienes hacen del ejercicio diario su forma de volver a sentirse bien. Para otros se trata de sus mascotas o sus plantas, dedicarse a ellos los reconforta de una manera que solo ellos entienden.
Luego están los que cantan siempre; en la ducha, en el auto, en la oficina, en el karaoke. Cantar tiene muchos beneficios a nivel cerebral y la música es de paso, una gran terapia. También tenemos a los que aprovechan cualquier tiempo libre para dormir y dormir, reponiéndose de una manera natural del desgaste diario, sintiéndose renovados y contentos. Y por último podemos mencionar a los que “utilizan” a un amigo o amiga para mitigar los inevitables sinsabores que ofrece a veces la vida. Esa Persona Vitamina es muy importante. Cuando toca este encuentro las cosas buenas comienzan desde ese abrazo bien dado, continúan con las risas (las cuales generan un bienestar fisiológico y emocional real), prosiguen con la conversación donde se beneficia tanto el que habla como el que escucha y termina con la sensación de gratitud de saber que uno puede contar con alguien así.
Entonces son estas personas, las que están enteradas de disponer de estos significativos apoyos, a las que todavía podemos pedir lo que nos sugiere el célebre médico, escritor y poeta Oliver Wendell Holmes: “Aprenda la magia dulce de una cara feliz; no siempre sonriente, pero al menos serena”.
