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Honduras
viernes, abril 19, 2024

Ni luces ni cámaras, solo acción

Cuando se está en alguna producción cinematográfica, ese es el grito que lanza el director para comenzar a rodar alguna escena: “Luces, cámaras, ¡acción!” De ahí en adelante ya es otra historia. Aplicando ese parafraseo a nuestra realidad, estamos así de arruinados ya que la responsabilidad nuestra como medio de comunicación con el pueblo hondureño es seguir presionando para que se enciendan las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911. No es la primera vez que nos referimos a este tema, y mientras nuestros funcionarios de Seguridad no escuchen o no lean cosas como el presente, simplemente seguiremos con este empeño ya que es la sangre de los pobres, de los que trabajan de sol a sol la que se derrama, de la gente honrada que debe llevar tortillas a su mesa.

Ante la falta de iluminación, el marco nocturno se vuelve un escenario perfecto para el delito y el consecuente sacrificio de los asesinatos. Presentamos disculpas por ser este tema demasiado sensible y solo mientras no se es tocado por el crimen en alguien cercano, no se entiende de lo que nos estamos refiriendo. Más bien deberíamos, junto a la sociedad entera, con los gremios que tanto luchan por derechos, que también se sumen a las exigencias que promuevan la vida y no apañar a esas personas indolentes que argumentan que el asunto de las cámaras, dizque, está en un “arbitraje”, solo con eso salen mientras se sigue segando la vida de nuestros hermanos.

EL Estado de Honduras, desde el inicio del presente Gobierno, ha sido indiferente, y ya desde el año 2021 cuando fueron desconectadas las cámaras, sin que nadie nos advierta de algún argumento válido, ya que de la Tasa de Seguridad se capta suficiente cantidad de dinero para poder resolver esta situación. Realmente no se entiende. Más bien, incluyendo al señor ministro de Transparencia, que suponemos que en su perfil también está el de supervisar que esos recursos se distribuyan de manera correcta, pero más bien se ha dedicado a hacer politiquería desde el Congreso. Lo mismo ocurre con las instituciones que velan por los derechos humanos, y demás. Ya no se sabe a quién recurrir, pero estamos más que convencidos que en su momento, lo que se esté haciendo ahorita en secreto (si es que no nos equivocamos) será descubierto y será ventilado a los cuatro vientos por el Consejo Nacional Anticorrupción ya que ya son pocas instituciones que nos quedan para confiar.

Hay cosas que se piensan y que se dicen y no podemos repetir aquí, pero de ser verdad todo será revelado. No queremos caer en las trampas de los rumores, pero si  analizamos el estado de indefensión en el que estamos y que curiosamente no se ha querido resolver con pagar al servidor de las cámaras del 911, eso levanta preguntas como del porqué no se termina de dilucidar este asunto porque al final, con los precios altos, la hambruna que se avecina, ya los hondureños vamos a sentir el sufrimiento que están experimentando otros países y que se han tenido que levantar de ello pero de la peor manera, con violencia. Ni luces, cero cámaras y sí acción, pero acción delictiva.

EditorialNi luces ni cámaras, solo acción

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