Uno de los motivos que más contribuyen a el convencimiento popular y a la desaparición de las prácticas infecundas del sectarismo político, la cabida vernácula y la desaparición de las operaciones violentas, agresivas, provocadoras y miserables en nuestro querido país, se contrarresta y neutraliza con el fuerte temperamento y carácter del pueblo hondureño.
Es indiscutible que dentro de las variadas etapas o fases que se reflejan, irradian o expresan sin confusiones en la vida de una Nación, con la libre declaración de la voluntad del pueblo, manifestada sin limitaciones o restricciones en las urnas, dentro de una contienda deliberativa de alta profundidad y significativo alcance, centralmente dentro de un proceso de elección o referéndum, independiente, limpio y trasparente, jugando un papel importante, encima del que rápidamente retozan o recurren los ciudadanos, igual que con la misma prontitud externada en las urnas de manera libre, transparente y de alta dignificación a favor de los partidos políticos de su preferencia.
Todo concluye o finiquita al ejercicio funcional, republicano y participativo por el valioso imperio la democracia, liberal, tolerante, esperando una radical transformación institucional y la genuina mutación o cambio sin cortapisas de ninguna especie.
Es un hecho transcendental, que cuando los jóvenes, los muchachos adolescentes con aptitud legal para votar y los experimentados veteranos se fructifican o emplean con diligencia y responsabilidad, buscando el logro de un destino promisorio para la Patria, se convierten en valiosas piezas o herramientas del quehacer fundamental en los distintos órdenes de la existencia general.
El Estado hondureño tiene la ineludible obligación de proteger a la infancia, de salvaguardar a la juventud y de contribuir a su verdadera formación para que sean útiles posteriormente. Los padres tienen el deber de alimentar, asistir, y educar a sus hijos dentro de un espacio jurídicamente posible y cuando los motivos o circunstancias así lo exijan, de conformidad a su posición o estatus social.
EL Gobierno deviene obligado, a su vez, a brindar peculiar o especial protección a los menores cuyos padres o tutores están imposibilitados económicamente para proveer a su crianza. Estos guardadores, amparadores o tutores están dentro de la escala de configuración jurídica de gozar de preferencia para el desempeño de los cargos públicos en similares contextos, o circunstancias de capacidad o competencia.
Los interesante es obtener resultados positivos o fecundos con la población hondureña, por medio una eficaz o eficiente capacidad, compromiso, compenetración de los problemas nacionales y ejercicio seguro como práctica de la diversidad de labores que se desempeñan, tanto en el campo del sector privado, y de igual manera, en la esfera o espacio público en todos los niveles requeridos.
Las justificadas labores y mejores zonas, deben quedar o estar en una meta u objetivo preponderante con una extensión o ensanchamiento de una verdadera educación, su esfuerzo y laboriosidad dentro de la complejidad del mundo actual.
Mejores y provechosos caminos se forjan dentro de un futuro brillante y humedecido de prometedoras perspectivas.
La iniciativa o una certificada utilización de los elementos, abren espacios brillantes con estímulos o insumos imprescindibles en el campo de la salud, la instrucción, una reforma agraria integral y otras imprescindibles actividades, mismas que contribuyen a la construcción de una Patria Grande, con preparación intelectual, libre de la disminución continúa o permanente de las enfermedades, de la desnutrición, de los lastres del analfabetismo y otros males, que marcan un reto histórico de gallardía, decencia, sin precedentes en nuestro querido país.