En la celebración del Mes de la Familia, es importante recordar y recalcar la importancia de los VALORES, no solo en la vida particular, sino en la familia de la que formamos parte de Dios y para lograr que trasciendan a la sociedad es bueno para vivir seguramente en una nación donde el imperio y la práctica de los valores harán crecer a todos sus habitantes.
LA SABIDURÍA. En todas las generaciones antiguas y actuales se han dado sabios que han sido favorecidos con el don de la Sabiduría, otorgado por Dios a hombres como Salomón, que lo único que pidió fue el don de la Sabiduría, que fue suficiente para que su nombre quedara, al igual de muchos, como una luz que ha irradiado claridad a millones en la historia de la humanidad.
En los Proverbios nos ha dejado la frase: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo, mas, en la multitud de buenos consejeros hay seguridad”.
Los hondureños de toda clase social, económica o intelectual además de la política, hemos sido testigos de una acción en donde pudimos apreciar el verdadero valor de UNIDAD FAMILIAR y las grandes mayorías alentadas por el amor a los niños y las familias en peligro de cambios estructurales que se pretendían implantar en el sistema educativo nacional, dejaron evidente su fuerza, al grado de lograr un retroceso de una ley no consensuada que sacó relucir los valores necesarios para conformar un hecho histórico que podemos analizar así: hubo en los organizadores y promotores una estrategia, con la capacidad de difundirla y hacerla crecer con el apoyo de los medios, padres, maestros, iglesias, etc. Ello sirvió para desarrollar y analizar el concepto que motivó a las masas a organizarse, despertó un anhelo de cambiar las cosas, una pasión por resolver el problema, la visión de generar un movimiento colectivo, ir conociendo hasta qué punto llegaría la organización, aprovecharon todo el conocimiento que aportaron entre muchos y apasionaron por el tema hasta llevarlo a la realidad.
Esta demostración nos lleva a pensar que los valores familiares pueden resolver el destino de una familia, sobre todo si se analizan los VALORES HUMANOS, como la honestidad, responsabilidad, fidelidad, justicia, generosidad, paciencia, lealtad, patriotismo, sabiduría, amor, perdón, entusiasmo, etc.
Tratemos de descubrir en nuestras familias estas virtudes o valores, tan difíciles de encontrar en muchas familias, necesitadas de la presencia de Dios en nuestra querida Honduras.
