No, no me refiero a supersticiones ni religión, nada es eso, voy a hablar de ciencia, lo que es muy aburrido para algunos. Digo lo anterior porque me he encontrado que todavía existen personas que prefieren la ilusión de reinos del cielo y amigos imaginarios a la evidencia de la verdad científica. Así que, si no está interesado en uno de los más importantes descubrimientos y avances científicos de los últimos tiempos, este es el momento justo para dejar de leer. A los demás les digo: “¡Síganme los buenos!”
En un lugar de Siberia, Rusia, existe algo llamado ‘permafrost’ (capa de la Tierra que ha permanecido congelada durante mucho tiempo). Resulta que, al haberse descongelado parte de ella producto del cambio climático en curso, fueron encontradas unas lombrices (nemátodos, gusanos pequeños que no miden más de un milímetro) que habían permanecido ahí durante más de cuarenta mil años, congelados, hechos hielo, duros como una piedra.
He aquí lo asombroso del caso: al ser descongelados, simplemente agregándoles agua a la temperatura normal, esos increíbles gusanos volvieron a la vida, por cierto, con mucha hambre ya que de inmediato empezaron a comer bacterias (su principal alimento) y todo lo que encontraron en los alrededores.
No sólo eso, una vez tuvieron satisfecha su hambre de tantos milenios, pasaron a tener sexo (abstinencia también de 400 siglos) y a reproducirse, obedeciendo al mandato de la naturaleza ¡conservar la especie!
Analicemos un poco la importancia de lo dicho hasta ahora: Estos nemátodos han permanecido vivos durante más de 40 mil años esperando el momento de ser reanimados por el medio ambiente. Es posible que, de no haber sido descongelados, hubieran seguido en ese estado durante miles de años más, quizá eternamente. Muy bien, esos son gusanos microscópicos ahora, qué sucede con nosotros “los reyes de la creación”.
La verdad es que no lo somos tanto si un simple bicho, muchas veces “inferior” a nosotros, es capaz de hibernar en esa forma, comprobado científicamente, repito, aquí no hay leyendas ni santos, ni profecías, ni espíritus ni nada, sólo pura ciencia.
Quizá la más interesante pregunta que surge de todo esto sería: ¿podremos desentrañar la manera en que los nemátodos se las ingenian para hacer eso y copiarla en nosotros?
El ser humano ha avanzado un poco en ese sentido, utilizando una técnica llamada criogenia que consiste en la congelación a muy baja temperatura de materiales biológicos, a fin de revitalizarlos en el futuro. En resumen, congelar bajo determinadas condiciones de temperatura y ambiente para reanimarlo más tarde, conservándolo vivo, en hibernación.
Hasta el momento han congelado una cantidad indeterminada de personas que han pagado por eso, para ser descongeladas en algún futuro, cuando las causas de su muerte (enfermedades incurables, accidentes terribles, fallas orgánicas) puedan ser revertidas y regresarlos a la vida.
Se dice que Walt Disney está congelado en criogenia, aunque jamás se ha confirmado, así como tampoco ninguno de los otros supuestos personajes sometidos a ese procedimiento.
Una pregunta: si usted recibiera la oferta de ser puesto en hibernación para ser despertado dentro de 40 mil años, ¿aceptaría?
Qué interesante, mucha ciencia ficción ha tocado el tema. Yo, en lo personal, lo consideraría si se tratara de viajar al espacio, a un planeta habitado, o permanecer en la Tierra siempre y cuando existiera la garantía de que nuestra civilización prevalecerá todo ese tiempo. No me gustaría despertar solo, en un mundo tipo jurásico o, como se ha dicho, con los insectos (cucarachas, moscas y arañas entre otros, como especies dominantes.
¡Qué portentos maravillosos producirá la ciencia en 40 mil años, teniendo en cuenta que nuestra actual civilización apenas tiene poco más de 6 mil años! También, como dije, conocer otros planetas con otras clases de vida inteligente. Eso no se va a dar, no al menos en un futuro previsible, pero los nemátodos han demostrado que es posible para un ser vivo permanecer en hibernación y sobrevivir durante mucho tiempo. También existen unos muy simpáticos organismos llamados extremófilos, que son capaces de vivir en condiciones prácticamente imposibles (fríos y calores extremos, ausencia de oxígeno) sin necesidad de permanecer en hibernación, aunque en este caso su vida es bastante corta.
Si en la Tierra, un diminuto planeta entre los miles de billones que existen en el Universo, encontramos esa clase de organismos ¿qué otras formas de vida podrán existir en el enorme Cosmos? Cuenta aparte, ciencia ficción y en este caso la imaginación es el límite. Soñemos con una combinación de extremófilos y nemátodos en el ser humano y tendremos prácticamente vida eterna, ¿cierto?, ¿por qué no?
