Para todos aquellos que se creen la gran cosa ( yo incluido), voy a recordar lo que el fabuloso divulgador científico Carl Sagan dijo ya hace algún tiempo.
“Usted es sólo uno entre los más de ocho mil millones de habitantes del planeta”. Desde nuestro egoísmo personal es difícil hacerse una idea de lo insignificante de esta cifra, especialmente si se ocupa una posición de poder político o gran riqueza.
Entre más arriba estemos, más difícil nos será ver la realidad de nuestra insignificancia. Quiere hacerse una mejor idea que quizá, si todos entendiéramos, ayudaría a sacarle más provecho a la vida, mantener la paz y acercarse a la felicidad.
Pensemos en una de las cosas más baratas y abundantes, arena por ejemplo. Qué es un grano de arena entre ocho mil millones de otros granos, ¿verdad? Eso mismo es cada ser humano. Uno entre ocho mil millones de habitantes del planeta.
La Tierra, ¿eso sí es algo grande verdad? Veamos: Durante toda la historia, hasta el presente, muchos han soñado con poseerla y es apenas un pequeño punto en comparación con el sol, que es nada menos que un millón de veces más grande.
Una enormidad ¿verdad? ¡Noup! “Nuestro” sol, por su parte, es un sol de tamaño bastante común, pequeño si se quiere.
El más grande detectado hasta el momento se llama UY Scuti, una estrella roja supergigante tan grande que dentro podrían caber 5 mil millones de soles como el que nos alumbra (de día, en la noche nada).
Sigamos adelante viendo nuestra realidad. Como todos deberían de saber, nuestro sol está ubicado en una galaxia llamada Vía Láctea que contiene entre 100 y 400 millones de otros soles, algunos más grandes otros más pequeños.
La Vía Láctea es enorme, un rayo de luz (que viaja a 300 mil kilómetros por segundo) tardaría cien mil años en cruzarla de un extremo al otro.
¿Podríamos entonces presumir de “nuestra” galaxia? Realmente no, empezando porque no es nuestra y porque hasta el momento se han contabilizado entre dos y tres billones de galaxias aunque hay algunos científicos que calculan que pueden haber más de cien mil billones de galaxias.
Para tener una idea, el Telescopio Espacial Hubble explorando una pequeña porción del universo descubrió en muy poco tiempo 10 mil galaxias de todos los tamaños, formas, colores y sabores.
En este momento tengo que salirme un poquito del tema para tocar otro de igual importancia: Cómo es posible que alguien pueda creer que todo el enorme cosmos haya sido creado para nuestro disfrute y reinado, recuerde que somos nada menos que “los reyes de la creación”.
Volviendo; todo nuestro egocentrismo, narcisismo, sueño de grandeza se convierte en nada ante la realidad de nuestra pequeñez.
Sigamos poniendo los pies en el suelo. Nuestra especie, los humanos, somos apenas una entre las dos millones de especies registradas aunque algunos científicos calculan que pueden haber hasta ocho millones ya que con mucha frecuencia son descubiertas más y más nuevas.
Por más que algunos estén convencidos que un ser super poderoso, dueño de todo, nos creó para que reináramos en el planeta, si el ser humano desapareciera, se extinguiera, nadie notaría su ausencia, eso de pequeños somos.
Pero, además, en toda la historia registrada científicamente de nuestro planeta se calcula que hayan existido (vienen, pasan y se van) más de cien millones de especies, nosotros somos sólo una entre todas ellas.
El tiempo, las condiciones climáticas, la evolución natural y desastres naturales conocidos y desconocidos, han extinguido millones de especies.
Los dinosaurios, como todos deberían saber, fueron borrados del planeta como resultado de la colisión de un asteroide que, aparte de la explosión y daños directos al momento del impacto, cambió el medio ambiente eliminando miles de otras especies, algunas de las cuales jamás llegaremos a saber que existieron.
Se habla que ha habido en toda la historia registrada -también científicamente al menos cinco extinciones masivas.
Ese grano de arena que lo representa a usted y a mí para efectos de comprensión de este artículo, se va haciendo más y más pequeño según conocemos la realidad de las cosas.
¿Le parece suficiente lo que he relatado hasta ahora? Pero hay más, siempre malas noticias para los ególatras.
¿Qué sucedería si el ser humano se extinguiera (como los tiranosaurios Rex y otros)? Tristemente le puedo decir que nada. Desaparecemos y nadie se daría cuenta, ni aquí ni en ninguna parte del universo.
En realidad, nuestra extinción más bien beneficiaría a todas las otras especies que nosotros, consciente e inconscientemente, afectamos con nuestro comportamiento en relación a ellas y al medio ambiente.
Tengo que decirlo, ¿de verdad alguien puede creer que somos los “reyes” de la creación? Que todo fue hecho para nosotros.