El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido trasladado a una prisión federal de mediana seguridad en Pensilvania, Estados Unidos, según confirmó la periodista de investigación Xiomara Orellana durante una entrevista a un noticiero local.
El traslado ocurre tras la negativa de las autoridades estadounidenses a una solicitud de su defensa para que permaneciera en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn (MDC Brooklyn), en Nueva York.
«Ahora está en Pensilvania, en una cárcel de mediana seguridad», afirmó Orellana durante su intervención.
Cambio de prisión y preocupaciones de la familia
Hernández había expresado su preferencia por permanecer en el MDC Brooklyn, a pesar de los incidentes violentos registrados en ese centro.
Sin embargo, el Buró de Prisiones determinó su traslado, aunque hasta el momento no se ha emitido un documento oficial sobre la decisión.
La ex primera dama de Honduras, Ana García de Hernández, manifestó preocupación durante una entrevista en un canal local al señalar que desconocían el paradero de su esposo tras el traslado.
Condena por narcotráfico
El exmandatario hondureño, quien gobernó durante dos periodos consecutivos (2014-2018 y 2018-2022), fue condenado el pasado 26 de junio de 2024 a 45 años de prisión y cinco años de libertad supervisada por cargos relacionados con narcotráfico.
La sentencia la dictó el juez Kevin Castel de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
En marzo de 2024, Hernández fue declarado culpable de tres cargos presentados por la Fiscalía de Nueva York:
- Conspiración para importar cocaína.
- Uso y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos para promover dicha conspiración.
- Conspiración para usar y portar armas durante esa actividad ilícita.
La Fiscalía acusó a Hernández de convertir a Honduras en un «narcoestado» y de dar falso testimonio durante su juicio.
En su declaración durante la audiencia de sentencia, Hernández mantuvo su inocencia: «Hoy se condena a un inocente. Me arrojaron a un río profundo con las manos atadas».
Extradición y proceso judicial
El juicio contra Hernández se llevó a cabo dos años después de que las autoridades hondureñas lo extraditaran a Estados Unidos.
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Desde entonces, el caso ha generado un fuerte impacto político y social, tanto en Honduras como a nivel internacional, debido a las acusaciones de su presunta vinculación con el narcotráfico durante su mandato.
El traslado de Hernández a Pensilvania marca un nuevo capítulo en el proceso legal que enfrenta el exgobernante, mientras su defensa continúa buscando alternativas dentro del sistema judicial estadounidense.