No podemos permanecer indiferentes al surgimiento de nuevas, cambiantes y modernas actuaciones culturales, sanitarias, ambientales, educativas, el surgimiento de nuevas tradiciones, así como coherentes conveniencias y novedosas condiciones, estadías, contextos que aparecen dentro del fluir y devenir de las cosas, presentado distintos escenarios en el mundo actual y convulsionado que vivimos.
Este crecente periodo va prosperando irremisiblemente dentro del carácter y temperamento de los pueblos, ya sea en el entorno familiar, en la grata conservación, en las tribunas políticas en las discusiones estériles o provechosas, así como dentro de la preparación directa y práctica, externada en las aulas estudiantiles y en los géneros de cine, teatro, circo, cámara de diputados o representantes del pueblo, generando un modelo de palabra fácil y libre de afectaciones, evitando la repugnancia o los gritos sentimentales o carentes de impresión popular.
El intercambio de ideas, el diálogo sincero y constructivo, la compostura y seguridad de las convicciones son planes complementarios de gran valor y utilidad, generando una presteza o actividad mental de formidable positividad, felicidad y aprobación general.
Los acuerdos en la elección del Fiscal General y el Fiscal Adjunto en Honduras, en el mes de septiembre del año dos mil veintitrés (2023), no debe crear una magnitud de confusión o desavenencia, sino que por el contrario es un medio veloz de alcance y acertado entendimiento para frenar la corrupción, el fementido sectarismo político y la cruda erosión o desgaste de antipatía que alcanza a percibir toda la ciudadanía hondureña. Hay que moldear un marco de simpatía, felicidad, facilidad y acercamiento de todos los partidos políticos concebidos como organismos de derecho público, con estatutos y leyes que no puede ser objeto de violación.
Las distintas formas de penetración instructiva, efectiva, cultural y prominente beneficio, reputan irradiando un a luz benefactora para la sociedad dentro de una sonora trayectoria que transmuta o convierte la desaprobación por fluidez y tersura de legitima hermandad y confraternidad de las partes en conflicto, sin dejar vestigios de odio, incertidumbre y desgaste, estableciendo en lo ancho y amplio del territorio hondureño un vehículo de orientación y unidad nacional.
Al permitir una manifestación de inolvidable remembranza o recuerdo de una época brillante, un sonoro sentido de éxito culmina de manera clara y correcta, sembrando una fidedigna propulsión de afirmación sin restricciones o limitaciones de ninguna especie.
Todo sea por la patria, la cultura, la educación, el bienestar, la prosperidad y la tradición pacifista del país con proporcionadas acciones de cambio.
