Tegucigalpa. El director del Instituto Nacional de Migración, Wilson Paz, aseguró este lunes que el gobierno de Honduras tiene como prioridad establecer un diálogo con la administración de Donald Trump, quien ha retomado la presidencia de Estados Unidos con una agenda migratoria más estricta.
“El primer día del año, la presidenta dejó claro que es imperativo entablar un diálogo bajo este enfoque, y queremos iniciar ese proceso con la administración de Trump”, declaró Paz.
A su vez, subrayando la importancia de abordar temas que impactan directamente a los hondureños en el extranjero.
Deportaciones y cambios en política migratoria
El funcionario reconoció que Estados Unidos implementará medidas más severas en su política migratoria, como la declaración de emergencia en la frontera sur, la reanudación de la construcción del muro fronterizo y las deportaciones masivas.
Sin embargo, aclaró que estas acciones comenzarán con personas que tengan antecedentes criminales.
“Hablar de deportaciones masivas es innecesario, ya que Estados Unidos históricamente ha deportado a ciudadanos de múltiples nacionalidades. Lo importante es mantener la calma y garantizar la seguridad de nuestros compatriotas”, enfatizó.
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Mensaje de tranquilidad y estrategia de acción
Paz envió un mensaje de tranquilidad a los hondureños en Estados Unidos, asegurando que el gobierno hondureño tiene una estrategia para enfrentar posibles repercusiones de las políticas de Trump.
“Honduras está lista para tomar medidas diferentes y seguir trabajando en beneficio de nuestros compatriotas, incluso frente a decisiones que puedan ser impopulares”, señaló, destacando el compromiso del gobierno con la protección de los migrantes.
El director también resaltó el papel de los hondureños en la construcción del “Sueño Americano” y llamó a la unidad para enfrentar los retos que puedan surgir en los próximos días.
Honduras no descarta convertirse en “Tercer País Seguro” ante posibles presiones de Estados Unidos
Por su parte, el vicecanciller hondureño Tony García señaló este lunes que no descarta que la administración de Donald Trump solicite a Honduras convertirse en un “Tercer País Seguro”.
Esto, como parte de las medidas migratorias más estrictas anunciadas por el nuevo gobierno estadounidense.
“Es probable que obliguen a México y a otros países de tránsito, como Honduras y Guatemala, a asumir este rol”, declaró García en una entrevista radial.
Lo anterior, refiriéndose al programa que obligaría a migrantes a solicitar asilo en naciones de tránsito antes de llegar a Estados Unidos.

Impacto del cierre fronterizo y del programa CBP One
El cierre de la frontera sur de Estados Unidos, junto con la eliminación de la aplicación CBP One, también tendría consecuencias significativas, explicó el vicecanciller.
Este programa permitía la programación de hasta 1,450 citas diarias para migrantes que buscaban asilo, un recurso que ya no estará disponible.
“El cierre de la frontera reducirá de forma drástica el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos, mientras que el fin de CBP One limitará las opciones legales para quienes buscan ingresar al país de manera organizada”, afirmó García.
Deportaciones masivas bajo un esquema controlado
En cuanto a la amenaza de deportaciones masivas, García destacó que este proceso requiere coordinación con los países receptores.
Por lo tanto, no ocurrirá de forma inmediata.
“Honduras recibe actualmente 10 vuelos semanales con deportados desde Estados Unidos, pero no descartamos que pidan un aumento a 15 vuelos. Sin embargo, esto no es algo que sucederá de la noche a la mañana, y nuestro gobierno tiene una voz en estas negociaciones”, aseguró.
A la espera de decisiones oficiales
El vicecanciller subrayó que el gobierno hondureño está a la espera de solicitudes oficiales por parte de la administración Trump.
Asimismo, reiteró que las redadas y deportaciones en Estados Unidos serán más comunes y mediáticas bajo este mandato.
“Estamos preparados para enfrentar estas políticas con estrategias que prioricen los derechos y la seguridad de nuestros compatriotas”, concluyó García.
A su vez, llamando a la calma y a la unidad frente a los retos migratorios que se avecinan.