TEGUCIGALPA. El 56.1 % de los hondureños sufren de inseguridad alimentaria grave o moderada, señaló ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esto representa aproximadamente alrededor de 5.9 millones de compatriotas.
A través de un informe denominado “El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo” de 2023, detallan que hubo un incremento del 6.2 % en la problemática respecto al año anterior, ya que en ese entonces un 49.9 % de la población enfrentaba condiciones similares.
‘’Es preocupante que cerca del 18.7 % de los habitantes, equivalentes a 1.9 millones de personas, se encuentran subalimentados, lo cual indica una incapacidad para consumir los alimentos necesarios para cubrir las necesidades básicas de energía’’, recalca el documento.
De acuerdo con lo detallado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), tres de cada diez niños menores de cinco años en Honduras sufren de malnutrición.
De su lado, la FAO puntualiza que la situación es severa en las regiones occidentales y en Gracias a Dios, donde la desnutrición crónica alcanza niveles muy altos, según estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
DESNUTRICIÓN
Mientras tanto, la desnutrición no solo impide el desarrollo físico adecuado, sino que también limita el rendimiento cognitivo y aumenta la susceptibilidad a enfermedades.
Por otro lado, un 4.7 % de los menores tiene sobrepeso, lo cual también representa un riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a futuro.
Ante esto, especialistas hondureños en nutrición señalan que la desnutrición es más prevalente en zonas rurales, agudizada por el cambio climático que ha generado sequías afectando la agricultura, por lo que recomiendan integrar la educación nutricional en las escuelas y mejorar los servicios de salud pública para promover una alimentación saludable.
Asimismo, hicieron un llamado a las autoridades para que intensifiquen sus esfuerzos para asegurar el acceso a alimentos nutritivos y suficientes, especialmente para los sectores más vulnerables de la sociedad hondureña.