Estamos próximos a conmemorar una fecha importante. El 10 de octubre, la Federación Mundial de la Salud Mental y la OMS promueven este día para concientizar acerca de los problemas de salud mental y el bienestar emocional en todo el mundo.
En Eureka, consideramos importante motivarte a tomar la decisión de buscar ayuda a través de la psicoterapia, sabemos que puede ser un desafío significativo para muchas personas, ya que a menudo, el estigma asociado a la salud mental crea barreras invisibles que dificultan este paso.
La idea de que necesitar apoyo emocional puede interpretarse como una debilidad, o que se juzgue a quienes deciden asistir a terapia, genera inseguridades y miedo.
Esta presión social puede hacer que las personas se sientan solas en su lucha, retrasando su búsqueda de ayuda. Sin embargo, reconocer que necesitamos apoyo es un acto de valentía y
autoconocimiento, y es un primer paso crucial hacia el bienestar emocional. En este artículo, exploraremos diez consejos que te ayudarán a navegar el proceso de asistir a terapia psicológica, superando las dudas y el estigma que a menudo lo acompañan.
Lee con atención: Sé honesto contigo mismo: antes de comenzar, reflexiona sobre tus pensamientos y emociones.
La honestidad contigo mismo te permitirá abordar tus preocupaciones de manera más efectiva en sesión, no ocultes y no maximices los síntomas.
Selecciona el terapeuta adecuado: tómate el tiempo para investigar y elegir a un profesional con el que te sientas cómodo. La conexión y confianza con tu terapeuta son cruciales para el éxito de la terapia.
Busca recomendaciones y analiza el perfil profesional, por ejemplo, en redes sociales, etcétera.
Establece objetivos claros: define lo que esperas lograr en la terapia. Tener metas claras te ayudará a mantener el enfoque y a medir tu progreso a lo largo del tiempo.
Sé abierto al expresarte: La terapia es un espacio seguro para explorar tus emociones. Ser abierto y vulnerable puede facilitar un trabajo más profundo y significativo, no ocultes cosas de vital importancia.
Comprométete a asistir regularmente: la consistencia es una clave fundamental. Intenta asistir a tus sesiones con regularidad y evita cancelaciones innecesarias, aparta el tiempo en ese mes o meses que estés en terapia, que tú, seas tu prioridad.
Se paciente: el cambio lleva tiempo, no te desanimes si no ves resultados inmediatos, confía en el proceso y en tu terapeuta.
Haz tareas fuera de sesión: algunos enfoques de terapia toman a bien dejar tareas de autoayuda para hacer durante la semana, así que tu trabajo no termina al salir de la consulta.
Puesto que hay algunos ejercicios que pueden ayudarte a aplicar lo aprendido, en tu vida diaria.
Lleva un diario de progreso: es altamente productivo, reconocer y registrar tus pensamientos y emociones entre sesiones, esto puede proporcionarte claridad y ayudarte a verificar tu evolución.
Prepárate para la sesión: antes de cada sesión, tómate unos minutos para pensar en lo que quieres discutir, esto te ayudará a maximizar el tiempo con tu terapeuta.
No tengas temor de cambiar de terapeuta: si sientes que no estás haciendo progreso o no te sientes cómodo, es completamente válido buscar a otro profesional, la conexión es fundamental en el proceso terapéutico.
La terapia psicológica es un viaje personal que puede transformar tu vida. Siguiendo estos consejos, estarás mejor preparado para aprovechar al máximo este proceso y avanzar hacia un mayor bienestar emocional.
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